ASUNCIÓN.- La Iglesia Católica de Paraguay advirtió hoy del peligro de una situación de confrontación con el virtual Presidente del país, el oficialista Nicanor Duarte, que calificó de "hipócritas y fariseos" a miembros de la jerarquía eclesiástica por el ataque que dijo haber recibido.
Duarte, del gobernante Partido Colorado, en el poder desde 1947, criticó el pasado miércoles la actitud de algunos sacerdotes que asumieron durante la campaña proselitista posturas en su contra y en favor del empresario católico Pedro Fadul, del movimiento independiente Patria Querida.
"A mí me preocupa, porque yo más bien miro el futuro, pienso que si estamos así, el futuro está bajo el signo de interrogación", dijo en una rueda de prensa el presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya, monseñor Claudio Giménez.
Giménez, que compareció ante los periodistas para hablar de la XXIX Asamblea del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) que se realizará la próxima semana en Paraguay, aseguró que la institución que preside "de ninguna manera va a pronunciarse en uno u otro sentido", es decir, a favor o en contra de cualquier candidato.
Sin embargo, Giménez sostuvo que ante todo debería "extremarse la prudencia y dentro de un marco profundamente respetuoso", en alusión a las expresiones de Duarte, quien el 15 de agosto próximo deberá asumir el poder una vez que las autoridades electorales confirmen su triunfo.
"Yo recomendaría que nos respetemos mutuamente las instituciones, nos ayudemos a que haya espíritu de colaboración y que miremos, por sobre todas las cosas personales o grupales, el bien común, las necesidades de nuestro pueblo", afirmó Giménez.
"Nos vinieron encima los sacerdotes, una partida de hipócritas, tirándose contra nosotros cada domingo", aseguró Duarte en la ciudad de Villarrica, 160 kilómetros al este de Asunción, cuando el pasado miércoles visitó a varias personas que sufrieron un accidente de tráfico tras haber sufragado el domingo.
Giménez, obispo de la diócesis de Caacupé, a 55 kilómetros al este de Asunción y considerada capital espiritual del país, aseguró que la Iglesia Católica "esta preparada" para manejarse sin importar el credo religioso del gobernante.
En Paraguay más del 95 por ciento de la población profesa la religión católica, cuya iglesia se ha convertido en uno de los principales referentes de la resistencia al régimen del dictador Alfredo Stroessner (1954-1989).
La virtual victoria de Duarte, que según los datos oficiales ha sacado una ventaja de 13,65 puntos sobre el liberal opositor Julio César Franco y de 15,58 ante Pedro Fadul, fue saludada por varios países de la región y organismos internacionales, no así por la Iglesia.
"Eso se va a dar cuando tengamos los cómputos oficiales y la proclamación de las autoridades electorales", enfatizó Giménez, al insistir que lo que la Iglesia ha tratado de crear en todo momento es crear una actitud crítica después de más de 35 años de dictadura.
"Todo proceso es lento y lleva décadas salir de muchos años de dictadura y querer pasar de una convivencia ciudadana democrática lleva su tiempo y van a ir cambiando varias generaciones hasta que surjan hombres que piensen diferentes", enfatizó el obispo.
Giménez destacó que le hubiera gustado que Duarte, de 46 años y considerado un político de la nueva generación del partido que gobierna hace casi seis décadas, nombrara a los sacerdotes que a su juicio le atacaron.
"De nuestra parte no hay intención de malograr a nadie su trabajo, más bien tenemos que ayudar a una concordia nacional", enfatizó Giménez.
Tras conocerse los primeros resultados oficiales, Duarte ha iniciado una serie de contactos con las principales fuerzas de la oposición para impulsar una "mesa patriótica" que le permita una alianza en el Parlamento, donde los "colorados" no podrán contar con una mayoría propia.
