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Renunciada ministra británica acusa a Blair de no cumplir promesas

La titular británica de Desarrollo Internacional, Clare Short, dimitió hoy a su cargo "porque Blair faltó a su promesa sobre el futuro de Irak", dijo.

12 de Mayo de 2003 | 10:59 | ORBE
LONDRES.- La ministra británica de Desarrollo Internacional, Clare Short, renunció hoy a su cargo en el Gobierno tras acusar al premier británico, Tony Blair, de no cumplir sus promesas sobre el futuro de Irak.

Short, quien había amenazado con renunciar a su puesto si se lanzaba la guerra contra Irak sin el aval de la ONU, pero que luego había permanecido en su cargo, decidió ahora alejarse del mismo "porque Blair faltó a su promesa sobre el futuro de Irak".

La autoridad será reemplazada por la baronesa Amos, ministra del Foreign Office y primera funcionaria negra de Whitehall.

La noticia se conoce pocos días después de una fuerte controversia sobre el futuro de Short, tras haber faltado a una sesión crucial en el Parlamento por reformas en el sistema de salud y a una reunión de ministros con Blair.

Según informó hoy la prensa británica, Short comunicó la noticia telefónicamente a Blair, quien rápidamente informó a Downing Street del anuncio.

En su carta de renuncia, la ministra acusó a Blair de "quebrar promesas" que le había hecho sobre el rol de la ONU en la reconstrucción y participación del gobierno de la Irak de posguerra.

La ex Secretaria británica acusó, además, al Canciller, Jack Straw, de "negociar secretamente" una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU, que contradijo promesas realizadas por Blair en el Parlamento británico.

"Esto hace que mi posición en el Gobierno sea insostenible", declaró Short en el texto y agregó que durante las últimas semanas trató "que la ayuda humanitaria y la comida llegara a las manos de los iraquíes".

La ministra provocó fuertes controversias desde que se convirtió en parlamentaria británica en 1983 y llegó a renunciar en dos oportunidades al Partido Laborista, por oponerse fervientemente a la Guerra del Golfo en 1991.

Dentro del gabinete de Blair, la ahora ex ministra era vista como un fuerte bastión de los ideales izquierdistas laboristas, pero sus ambigüedades sobre la guerra en Irak, le causaron graves problemas de credibilidad con la población y parlamentarios del país.
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