LONDRES.- El Primer Ministro británico, Tony Blair, se mostró hoy decidido a "eliminar los obstáculos" que ahora impiden la adhesión del Reino Unido al euro y consideró "una posibilidad" que se convoque un referéndum antes del fin de su mandato.
En una inusual rueda de prensa conjunta con el ministro de Economía, Gordon Brown, Blair apostó por crear un "consenso pro europeo" en el Reino Unido que en un futuro permita introducir la moneda única, aunque afirmó que en este momento no es posible debido a cuestiones de orden económico.
Brown, quien este lunes descartó ante el Parlamento la inmediata adhesión al euro, insistió en que es preciso acabar con "los prejuicios" contra la moneda única que tienen muchos británicos.
Blair insistió en todo momento en que la entrada en el euro depende de factores económicos y no políticos.
"Los fundamentos económicos deben ser los adecuados", porque "no se trata de una decisión política", apuntó el Primer Ministro, quien favorece la convocatoria de un referéndum antes de que, en 2005 o 2006, concluya su mandato.
Blair dijo que en los últimos seis años se han reducido las diferencias entre la economía británica y las de la eurozona, pero que "persisten y existen incertidumbres sobre la futuro vía del crecimiento europeo, la inflación y sobre el impacto de la reciente subida del euro y la caída de la libra".
Mientras, el titular de Economía se dedicaba a destacar los "beneficios económicos" que tendrá para el Reino Unido la entrada del euro, como el aumento del comercio.
En una intervención este lunes ante el Parlamento, Brown anunció que las condiciones económicas no son ahora las adecuadas para la adhesión del Reino Unido al euro, pero que en otoño se presentará un borrador legislativo para celebrar un referéndum.
El ministro de Economía afirmó que sólo se ha cumplido uno de los cinco requisitos económicos que permitirían la introducción del euro en el país a corto plazo, referido al impacto sobre los servicios financieros del Reino Unido.
En 1997, el propio Brown fijó cinco pruebas para valorar si las condiciones económicas favorecen la entrada del Reino Unido en la eurozona, referidas a la convergencia, flexibilidad e impacto sobre el empleo, inversión e industria de servicios financieros.
