HELSINKI.- El Parlamento finlandés eligió este martes al centrista Matti Vanhanen, de 47 años, en el puesto de Primer Ministro en reemplazo de Anneli Jaeaetteenmaeki, quien renunció la semana pasada a raíz el escándalo del "Irakgate" local, en una decisión que de todos modos no pone en peligro el equilibrio político establecido tras las elecciones legislativas del 16 de marzo.
La elección de Vanhanen, vicepresidente del Partido centrista y ministro de Defensa del gobierno saliente, debe ser ahora aprobada formalmente por la presidenta de la República, Tarja Halonen.
Anneli Jaeaetteenmaeki, primera mujer a cargo de un gobierno en Finlandia, había renunciado el miércoles pasado, tras haber sido acusada de mentir ante el Parlamento sobre el modo en el que se había procurado informaciones confidenciales vinculadas a la crisis iraquí, utilizadas para desacreditar a su adversario socialdemócrata, Paavo Lipponen, durante las elecciones legislativas de marzo pasado.
Esos documentos, sacados de los cajones del Ministerio de Relaciones Exteriores por un alto funcionario, dejaban entender que Lipponen estaba más dispuesto de lo que aseguraba en público a aceptar una intervención estadounidense en Irak.
La victoria de Jaeaetteenmaeki sobre su rival, lograda por una diferencia mínima, fue atribuida por numerosos observadores a esta cuestión y a la explotación que la dirigente centrista hizo de ella la víspera del escrutinio.
Sin embargo, la ex Premier no debería haber tenido en sus manos los famosos documentos secretos.
La semana pasada ante el Parlamento, Anneli Jaeaetteenmaeki había explicado haberlos recibido, sin pedirlos, de parte de un consejero de la presidenta. Pero este funcionario había respondido de inmediato que la entonces candidata los había pedido en forma expresa, agregando que la grabación de las conversaciones telefónicas podrían confirmar sus afirmaciones.
Jaeaetteenmaeki también renunció el martes a la presidencia del Partido centrista.
Matti Vanhanen, que había perdido frente a Jaeaetteenmaeki en las elecciones primarias del partido el año pasado, también debería sucederla en ese cargo durante el proximo congreso de los centristas, en octubre.
La presidenta Halonen debe encargarle la formación de un nuevo gobierno, cuya composición podría ser aprobado este martes por los diputados, ya que la coalición salida de las elecciones de marzo, e integrada por centristas, socialdemócratas y del partido sueco, permanece de todos modos en el poder.
El programa del nuevo gobierno formado por los tres partidos, que disponen en conjunto de 116 bancas sobre un total de 200 en el Parlamento finlandés, no debería ser muy diferente del anterior.