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El Papa nombra a Justin Rigali nuevo arzobispo de Filadelfia

La renuncia del cardenal Anthony Bevilacqua se debió a motivos de edad, ya que el pasado mes de junio cumplió 80 años y la normativa de la Santa Sede exige que todos los obispos presenten su dimisión a los 75 años.

15 de Julio de 2003 | 10:42 | EFE
CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Juan Pablo II ha aceptado la renuncia del cardenal Anthony Bevilacqua a la archidiócesis de Filadelfia (EE.UU.), por motivos de edad, y ha nombrado como sucesor a Justin Rigali, hasta ahora arzobispo de Saint Louis, informó hoy el Vaticano.

Bevilacqua cumplió el pasado mes de junio 80 años y la normativa de la Santa Sede exige que todos los obispos presenten su dimisión a los 75 años, por lo que el cardenal había superado con creces el límite de edad impuesto.

El purpurado gobernó esa archidiócesis, que cuenta con cerca de un millón y medio de fieles, durante quince años, está considerado un conservador y siempre se mostró muy duro contra los curas pederastas.

Defendió la llamada "tolerancia cero", es decir ninguna tolerancia con los religiosos que abusen de niños o jóvenes, y fue implacable con la homosexualidad, a la que definió como una "aberración".

El nuevo arzobispo de Filadelfia, Justin Rigali, está considerado uno de los más estrechos colaboradores del Papa, ya que durante años trabajó en la Secretaria de Estado, en el Vaticano.

Rigali nació en Los Angeles (California, EE.UU.) en 1935, fue ordenado sacerdote en 1961 y ejerció en varias parroquias de Los Angeles.

Enviado a Roma, se licenció en Derecho Canónico en la Pontificia Universidad Gregoriana y en 1964 entró en la Secretaria de Estado Vaticano.

De 1966 a 1970 prestó servicios en la Nunciatura Apostólica en Madagascar y desde ese último año hasta 1985 trabajó en la Secretaría de Estado; en 1980 fue nombrado prelado de honor de Juan Pablo II.

En 1985 fue nombrado obispo de Bolsena, también fue elegido miembro de diferentes dicasterios del Vaticano, en 1989 alcanzó la Secretaría de la Congregación para los Obispos y en 1990 asumió el cargo de secretario del colegio cardenalicio, antes de ser nombrado, en 1994, arzobispo de Saint Louis.

Filadelfia es una archidiócesis que casi siempre ha estado confiada a un cardenal, por lo que no se descarta que en un próximo consistorio de cardenales, que puede ser convocado por el Papa en enero del año próximo, le nombre purpurado.
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