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Israel admite presiones de EE.UU. para detener muro de seguridad

El canciller israelí Silvan Shalom sostuvo desde Washington que el Gobierno estadounidense ha tomado "la posición palestina", es decir se opone a la construcción de un muro de unos 450 kilómetros construido en el límite con Cisjordania, pero en tierras palestinas.

24 de Julio de 2003 | 08:13 | EFE
JERUSALÉN.- El ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Silvan Shalom, admitió hoy que Estados Unidos exige detener la construcción de un "muro de seguridad" a lo largo del límite con Cisjordania, pero en tierras palestinas.

En declaraciones a la radio pública israelí desde Washington, donde se entrevistó con la consejera de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, Shalom dijo que el Gobierno estadounidense ha adoptado "la posición palestina" en este asunto.

Se trata de una valla con terraplenes y otros obstáculos a lo largo de unos 450 kilómetros que comenzó a construirse meses atrás con el argumento de que "servirá para impedir la infiltración de terroristas palestinos" desde Cisjordania a Israel.

La construcción en tierras "públicas" de Cisjordania, un territorio que Israel conquistó en la guerra de 1967, o expropiadas a campesinos, dejará aislados a miles de palestinos del resto de la población, y bajo control militar israelí en distintos puntos de la valla.

En medios de la derecha israelí se teme que esa "cerca de seguridad" se convierta finalmente en una frontera que dejará del lado palestino -a pesar de las confiscaciones- más territorio del que están dispuestos a devolver por la paz, según el plan del Cuarteto de Madrid ("Hoja de Ruta") y que de hecho dejará aislados a decenas de asentamientos judíos de Cisjordania.

La barrera se está levantando "para prevenir que entren a Israel los terroristas y los extremistas que quieren hacer explotar el proceso de paz", dijo Shalom a la radio militar "Galei Tsahal".

Según fuentes de la comitiva del jefe de la diplomacia israelí, Condoleezza Rice también le exigió "más flexibilidad" acerca de la liberación de prisioneros palestinos y desmantelamiento de decenas de "mini-asentamientos" creados en Cisjordania.

En cuanto a los prisioneros palestinos, cuyo número total se calcula en unos 6.500, un comité ministerial israelí decidió ayer, miércoles, poner en libertad a 530, aunque la excarcelación de 90 a 100 de ellos, militantes políticos de las organizaciones islámicas HAMAS y Jihad, quedó en suspenso y supeditada a un debate en el Gabinete Nacional.

Shalom dijo a las emisoras israelíes que Abu Mazen "no tomó aún conciencia de la necesidad de desmantelar a las facciones terroristas", y que esto le recuerda al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasser Arafat.

El Primer Ministro palestino "actúa del mismo modo que Arafat en los últimos diez años, después de comprometerse una y otra vez por medio de todos los acuerdos firmados con Israel a desarmar" a las organizaciones palestinas radicales en Cisjordania y Gaza.

Según portavoces de los organismos de seguridad a cargo del Gobierno de Ariel Sharon, la ANP ha aumentado su cooperación pero "no hay indicios de que intenten desarmar a esos grupos o de arrestar a sus militantes más destacados".
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