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Rebeldes de Liberia rechazan exhortación de EE.UU. a dejar la capital

Trece personas murieron hoy producto del impacto de bombas lanzadas por morteros.

27 de Julio de 2003 | 18:26 | Reuters
MONROVIA.- Bombas lanzadas por morteros hicieron impacto en el centro de la capital de Liberia, y causaron la muerte de por lo menos 13 personas, al tiempo que los rebeldes rechazaban los llamados de Estados Unidos a retirarse de inmediato.

Intenso fuego de ametralladoras y rifles también se escuchó en los alrededores de dos puentes que conducen al centro de la ciudad, cuando las tropas gubernamentales que apoyan al presidente Charles Taylor trataban de hacer retroceder a los rebeldes.

El enfrentamiento ocurrido en la tarde hizo que miles de personas aterrorizadas buscaran donde protegerse de las bombas que con frecuencia impactan edificios civiles llenos de refugiados, lejos de blancos militares significativos.

Los mercados donde se venden los pocos alimentos que quedan en una ciudad que ha sido sitiada durante nueve días estaban vacíos, y podían verse cadáveres a sus alrededores.

“Los morteros son lo más peligroso, ya que cuando uno cae alguien debe morir. Las balas perdidas lo pueden impactar cuando uno sale para conseguir algo de comer. Entonces, uno queda tendido allí, muerto”, dijo Mabel Fehn.

“Alguien tiene que parar esto. Tenemos hambre. No sabemos dónde están nuestros hijos. No he visto a mi pequeña hija durante una semana”, agregó.

Las esperanzas de los habitantes de la ciudad de que los rebeldes aceptaran un llamado de Estados Unidos a una tregua y se retiraran de la capital, dándoles algún respiro tras días de ataques intensos, se desvanecieron.

La petición fue hecha por el embajadador de Estados Unidos en Monrovia, John Blaney, quien dijo a los periodistas que el gobierno de Liberia aceptó el río Po, a 12 kilómetros de Monrovia, como la nueva línea divisoria entre las fuerzas leales y los guerrilleros.

Blaney pidió a los miembros del grupo Liberianos Unidos por la Reconciliación y la Democracia (LURD) hacer los mismo.

Pero el líder rebelde Sekou Conneh dijo que sus combatientes se quedarían en la capital hasta que las fuerzas de pacificación extranjeras lleguen y entonces les entregarían algunas de sus posiciones, como el puerto de la ciudad.

"¿Por qué debemos de retroceder? Entregaremos nuestras posiciones a los pacificadores, no a Taylor”, dijo Conneh, presidente del LURD.

Un oficial de alto rango de África Occidental dijo que tropas nigerianas se trasladarían a Liberia esta semana y tres barcos de guerra estadounidenses con soldados navegan hacia la costa de Liberia, pero no estaba claro si soldados de Estados Unidos serían acantonados en el país.

Morteros letales

Habitantes y soldados dijeron que al menos 13 civiles perecieron por las bombas arrojadas con morteros hacia el centro de Monrovia. Otras dos personas murieron en un ataque con morteros perpetrado en la madrugada cerca de una iglesia que ya había sido impactada el sábado, dijeron trabajadores.

Residentes del suburbio de Gardnersville, situado en la ruta de cualquier avance rebelde, dijeron que muchos más murieron en ese sector. Varios personas también resultaron heridas.

El jefe del estado mayor conjunto del ejército de Liberia dijo que sus tropas habían hecho retroceder a los rebeldes hacia dos puentes del centro de la ciudad, donde se ha concentrado el tiroteo desde que los rebeldes lanzaran el más reciente ataque a Monrovia -el tercero en dos meses- el sábado.

“Ellos atacaron primero, pero ahora estamos avanzando hacia ellos. Estamos encontrando fuerte resistencia, pero mis hombres lo lograrán”, dijo el general Benjamin Yeaten.

Sin embargo, los rebeldes avanzaron hacia otro importante puente, Stockton Creek, que los sitúa en una carretera que pasa detrás del centro de Monrovia y conduce hacia una vital intersección con el aeropuerto principal y la residencia de Taylor.

“Mucha gente inocente está muriendo. El agua y los alimentos escasean. Las enfermedades están fuera de control. Si LURD tiene respeto por el pueblo de Liberia, aceptará esta propuesta”, dijo el embajador estadounidense Blaney.

Blaney también pidió a otro grupo rebelde, conocido como Model, despejar Buchanan, el segundo puerto de Liberia.

Taylor, que controla menos de un tercio del país y ha sido procesado en un tribunal de crímenes de guerra en Sierra Leona que está respaldado por la ONU, reiteró el sábado su promesa de dimitir. Dijo que entregaría el poder a su vicepresidente o al portavoz del Parlamento.

Taylor no explicó exactamente qué determinaría su elección o cuando se marcharía, excepto que sucedería cuando llegaran las tropas extranjeras.