NUEVA YORK.- En lo calificó como el peor día en su carrera judicial, un juez federal criticó al Congreso el lunes antes de imponer una pena de 10 años de prisión, que consideró excesiva, a un adolescente que distribuía pornografía infantil por la Internet.
El juez Gerard Lynch dijo que habría sentenciado a Jorge L. Pabon Cruz, puertorriqueño, a cinco años de prisión si no fuese porque el Congreso había insistido en un castigo más severo que lo que requiere el peor de los delitos de pornografía infantil, y que crea obstáculos para una rehabilitación.
"Es una amarga y desafortunada sentencia. Hubiera querido hacer más por ti", le dijo Lynch a Pabón, de 19 años, que vivía en Rochester, Nueva York cuando comenzó a distribuir miles de fotografías de pornografía infantil desde septiembre hasta diciembre del 2001.
El juez instó al Pabon, que lloró mientras escuchaba la sentencia, a que apelara la condena que calificó de draconiana, alegando que esperaba estar "equivocado sobre lo que la Constitución significaba en este caso".
Indicó que no sabía si había otro caso en que un joven acusado hubiese sido sentenciado a tan larga sentencia por un delito similar.
Lynch, que es juez desde 1990, afirmó que "sin dudar se trataba del peor día de mi carrera judicial".
Indicó que la sentencia tenía la posibilidad de "crear una imagen desastrosa a alquien que a su vez no tenía mucha más edad que un niño".
Pero indicó que su análisis de la ley demostraba que el Congreso estaba dentro de su derecho constitucional en insistir una condena obligatoria de 10 años para aquéllos que coloquen avisos de pornografía infantil por la Internet.
Indicó que el Congreso señalaba sentencias indiscriminadamente, obligando a Pabon a cumplir 10 de prisión pero que no obligaba a un igual castigo a alguien por abuso sexual a un niño o por fabricar pornografía infantil.
El juez indicó que recientemente la Corte Suprema ha estado muy deseosa de respaldar al Congreso, de ratificar la constitucionalidad de lo que llaman "tres delitos y a la cárcel" por ofensas menos severas de las que había cometido Pabon.
Pabon pidió clemencia. Le dijo al juez que estaba arrepentido y muy avergonzado. Que su vida corría peligro en prisión y que había sido objeto de abuso en prisión.
"No sé si podré sobrevivir esto", exclamó, en medio de llanto, junto a su abogada, Deirdre D. von Dornum.
El fiscal Alexander Southwell dijo a Lynch que Pabon merecía una larga condena de prisión porque creó un programa para transmitir más de 8.000 fotografías pornográficas "brutalmente explícitas" de niños, alimentando el apetito por ese tipo de imágenes.
El fiscal dijo que más de 2.800 personas en la Internet habían visto las fotografías, que mostraba agresiones sexuales a niños, desde edad preescolar hasta los 13.