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Egipto emprende campaña destinada a recuperar antigüedades

Se le reclama a los británicos la piedra de Roseta expuesta en el British Museum de Londres y a los alemanes la restitución definitiva de un busto de Nefertiti que se conserva en el museo egipcio del Cairo.

30 de Julio de 2003 | 14:07 | AFP
EL CAIRO.- Egipto reclama a los británicos el regreso, al menos temporal, de la piedra de Roseta expuesta en el British Museum de Londres, y a los alemanes la restitución definitiva de un busto de Nefertiti que se conserva en el museo egipcio del Cairo.

Con motivo del centenario del Museo Egipcio el pasado mes de diciembre, el secretario general del Consejo Supremo de las Antigüedades, Zahi Hawass, anunció a los egiptólogos del mundo entero que iba a "recuperar todas las antigüedades robadas en Egipto".

"Espero que el año próximo podamos hacer una exposición de piezas robadas", añadió.

Hawass está interesado desde entonces en los trofeos más prestigiosos de los grandes museos extranjeros, incluida la colección única del British Museum.

Reclama que la piedra de Roseta, el célebre bloque de basalto conservado en el Museo Británico que permitió a Jean-Francois Champollion descifrar los jeroglíficos, regrese a Egipto "aunque sea sólo por tres meses".

"Hemos solicitado al British Museum de Londres poder exponer la piedra de Roseta en el Museo Egipcio del Cairo durante tres meses con motivo de su remodelación", declaró Hawass.

Sin embargo, no exige el regreso definitivo de la piedra porque cuando fue llevada a Gran Bretaña, en 1801, no existía una legislación que prohibiera la salida de antigüedades.

La prensa británica reveló recientemente que Hawass había pedido al director del British Museum "la devolución pura y simple" de la piedra pero luego moderó sus ambiciones. No obstante, la petición preocupa a las autoridades británicas, que temen no volver a verla nunca más.

La piedra de Roseta, que toma su nombre del puerto mediterráneo donde fue hallada, fue desenterrada accidentalmente por un soldado del ejército del general Bonaparte en 1799.

Después sirvió al egiptólogo francés Jean-Francois Champollion para descifrar la escritura egipcia gracias a que tiene el mismo texto escrito en jeroglífico, demótico y griego.

Así se abrieron las puertas de la egiptología moderna.

Desde que la piedra pasó a manos de los ingleses en 1801 está expuesta en el British Museum, donde atrae a millones de visitantes.

Hawass también reiteró la petición de Egipto para que se le devuelva el conocido busto de la reina Nefertiti conservado en el Museo Egipcio de Berlín.

"Pedimos el regreso de esta estatua, que salió ilegalmente de Egipto", declaró a la AFP.

En junio, estalló una polémica entre Egipto y Alemania porque el museo berlinés había apadrinado un proyecto en el que el busto real aparecía unido a una escultura moderna de un cuerpo desnudo.

La prensa de El Cairo criticó ese "crimen", Zahi Hawass denunció un "insulto a la historia de Egipto" y el ministro de Cultura Faruk Hosni reclamó el regreso del busto faraónico, mientras el director del museo explicaba que la escultura de bronce combinada con el busto respetaba absolutamente los cánones faraónicos.

El busto de piedra caliza de la 18a dinastía (1.372 a.C.) fue hallado en el siglo XIX y, según el egiptólogo egipcio Mohamed Saleh, fue trasladado a Alemania a principios del siglo XX en virtud de una ley que autorizaba a conservar la mitad de sus hallazgos a los buscadores de antigüedades.

La reina Nefertiti fue la esposa del rey Akhenatón (Amenofis IV), faraón de la XVIII Dinastía, que repudió la religión oficial, cuyo panteón encabezaba el dios Amón, para sustituirla por el culto monoteísta del dios solar Atón, adoptando el nombre de Akhenatón (servidor de Atón).