NACIONES UNIDAS.- La resolución tiene como objetivo dar permiso para el despliegue de inmediato de una fuerza multinacional, que podría incluir soldados norteamericanos, que será sustituida por los "cascos azules" de la ONU, previstos para el 1 de octubre. El documento especifica que el mandato que se le conceda a la fuerza internacional será bajo el capítulo VII de la Carta de la ONU, que permite el uso de la fuerza en un país en guerra para asistir a la población civil.
Los miembros del Consejo de Seguridad debatirán la resolución mañana, jueves, en una reunión de expertos, pero no creen que sea aprobada hasta agosto, cuando Siria asuma la presidencia de este órgano de decisión de la ONU. "No creo que podamos someter la resolución a votación antes de que acabe el mes, ya que la mayoría de delegaciones tienen que consultar con sus capitales", indicó el embajador de EEUU, John Negroponte.
Si se adoptara la resolución se aprobaría la petición del secretario general, Kofi Annan, de que la Misión de Sierra Leona (UNASMIL) se haga cargo de los gastos del envío de los dos primeros batallones de Nigeria, en nombre de la Comunidad Económica de Estados del África Occidental (CEDEAO), que se enviarán a Liberia.
La resolución también contiene una provisión controvertida que hace referencia a la exención de las fuerzas de paz de ser procesadas judicialmente en el Tribunal Penal Internacional (TPI). "No creemos que esta exención es una sorpresa en el lenguaje de la resolución. Además por el hecho de que Liberia no forma parte del Estatuto de Roma no creemos que vaya a representar ningún problema", indicó Negroponte.
Sin embargo, Washington aún no ha tomado una decisión sobre el envío de tropas a Liberia e insiste en que el presidente liberiano, Charles Taylor, abandone el país, condición que también está establecida en la resolución. "El presidente de EEUU, George W. Bush, ha dicho que Taylor debe de irse y respetarse el alto el fuego antes de que las tropas estadounidenses puedan dar apoyo a las de la CEDEAO, que serán quienes tomarán el liderazgo", señaló Negroponte.
Por otro lado, el arzobispo de Monrovia, Michael Francis Kpakala, se reunió con Annan, a quien hizo un llamamiento para que la comunidad internacional ayude a su país. "Especialmente quiero hacer un llamado a EEUU, país con el que tenemos nuestro origen como nación y por el que hemos sido socios y amigos durante 150 años y por el que tenemos el régimen que tenemos", declaró el arzobispo liberiano a la prensa.
Añadió que durante la II Guerra Mundial, los liberianos sacrificaron su soberanía cuando lucharon contra los alemanes en el norte de África, así como durante la guerra fría, cuando EEUU tenía en Liberia importantes instalaciones estratégicas. "La comunidad internacional tiene una obligación imperativa moral de actuar, porque formamos parte de la ONU y según sus principios debemos ayudarnos mutuamente", indicó.