JERUSALEN.- Un atacante suicida detonó los explosivos que llevaba amarrados a su cuerpo en un autobús en Jerusalén, dejando 13 muertos —entre ellos tres niños— y decenas de heridos, dijo un servicio de emergencia.
Nadie se atribuyó de inmediato el atentado. Sin embargo, el grupo extremista Jihad Islámica había jurado vengar la muerte de un dirigente suyo a manos de los israelíes la semana pasada.
El estallido ocurrió poco después de las 9 de la noche en una avenida importante de Jerusalén. El autobús estaba lleno de pasajeros.
Algunos cadáveres yacían en la acera luego del ataque.
Varios sobrevivientes, entre ellos algunos niños con los rostros cubiertos de sangre, fueron sacados del sitio por enfermeros.
Personal médico trató a heridos en las aceras, mientras se observaban restos de cuerpos desmembrados.
Un servicio de emergencia dijo que 13 personas murieron en la explosión. El atacante suicida no fue incluido en la cifra de muertos.
La Autoridad Palestina no formuló inicialmente comentarios. La explosión se registró mientras el Primer Ministro palestino Mahmoud Abbas se reunía con extremistas islámicos en la Franja de Gaza para tratar de persuadirlos de que frenaran los ataques contra israelíes.
Los extremistas declararon una tregua unilateral el 29 de junio pero dijeron que seguirían vengándose de Israel si mataban a algunos de sus activistas.
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