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Cruz Roja reduce su presencia a la mitad por inseguridad en Irak

"Hemos recibido advertencias, y no amenazas directas, procedentes de distintas fuentes de que debemos tener cuidado porque podríamos ser un objetivo", dijo a EFE la portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Irak, Nada Dumani.

25 de Agosto de 2003 | 08:33 | EFE
BAGDAD.- El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), única organización de ayuda humanitaria internacional que permaneció en el país durante la guerra, va a reducir a la mitad su presencia en Irak.

"Hemos recibido advertencias, y no amenazas directas, procedentes de distintas fuentes de que debemos tener cuidado porque podríamos ser un objetivo", dijo a EFE la portavoz del CICR en Irak, Nada Dumani.

Añadió que "hemos tomado esa decisión porque creemos que las fuentes son de confianza y porque ha habido muchos sucesos trágicos en el país en los últimos meses".

Dumani destacó en particular la muerte de un trabajador extranjero del CICR, el 22 de julio pasado, cuando viajaba hacia la ciudad de Hila y que calificó como "un ataque premeditado" y un "mensaje claro" contra su agencia.

Se trata del segundo funcionario expatriado del CICR muerto desde el comienzo de la guerra, el pasado 20 de marzo.

Además, la portavoz recordó los atentados contra la embajada jordana y la sede de la ONU en Bagdad, "los ataques diarios contra civiles y, en general, el nivel elevado de inseguridad en la capital".

Desde anoche, cuando Dumani hizo pública la decisión, el CICR tan sólo ha instalado unos bidones rellenos de cemento delante de la fachada y reforzado por dentro el muro que rodea el edificio con sacos de arena, pero en el inmueble y alrededores hoy no había un solo soldado o guarda armado.

La imagen contrasta con la de la sede de las Naciones Unidas, en las afueras de la ciudad, que ha sido completamente tomada por el Ejército estadounidense y tenía hoy el aspecto de una base militar.

La sede de la ONU en Bagdad fue atacada el pasado día 19, en un atentado en el que murieron al menos 24 personas, entre ellas el enviado especial de Naciones Unidas a Irak, Sergio Vieira de Mello, y el capitán de navío español Manuel Martín-Oar, y desde entonces, aunque oficialmente sigue operando en el país, ha evacuado a la mayoría de sus funcionarios.

"Somos una organización independiente y nos sentimos muy comprometidos con mantener nuestra imparcialidad y neutralidad, por eso nunca pediremos protección armada", aseguró la portavoz del CICR.

Dumani no quiso revelar las fuentes que han informado al Comité Internacional de la Cruz Roja sobre las advertencias, pero declaró tras ser interpelada al respecto que el Ejército estadounidense se encuentra entre sus contactos.

"Claro que tenemos contactos con EE.UU., entre otros, y esperamos que si ellos tienen información la compartan con nosotros", dijo.

Dumani criticó la protección militar en el Hospital de la Cruz Roja Italiana en la capital iraquí, y calificó el hecho de "desafortunado porque no es la manera de actuar del movimiento de la Cruz Roja".

"Ya les hemos pedido que no deben ser vistos con protección militar. Es un asunto que nos preocupa porque es importante que cuidemos de nuestra independencia y del principio de que la ambulancia es nuestra protección", explicó.

El CICR ha llegado a tener hasta un centenar de personas en Irak, pero reducirá ese número a la mitad, algunos de los cuales ya han sido evacuados.

En total entre personal iraquí y extranjero ha llegado a tener 850 empleados, pero ahora "no podemos garantizar la seguridad de un número tan elevado", afirmó Dumani.

Las actividades, dijo la portavoz, continúan, aunque han sido reducidas a servicios mínimos y esenciales.

El CICR se encarga de vigilar el cumplimiento de la Cuarta Convención de Ginebra respecto al trato de la población civil por parte de las fuerzas ocupantes en todo el mundo, y en este caso entre el pueblo iraquí y el Ejército estadounidense.

En particular, se responsabiliza de los prisioneros en los centros de detención y, entre otras actividades, de ayudar a la población a encontrar a familiares perdidos.

La portavoz del CICR señaló que por ahora no tienen previsto tomar más medidas.
"Qué más podemos hacer. En un momento dado hay que aceptar que uno vive en un país peligroso, al igual que los propios iraquíes", y reconoció que "estudiamos la situación día a día y no sabemos lo que haremos en el futuro".

Dumani agregó que la situación de inseguridad es comparable a la de "otros lugares en el resto del mundo, que también es muy difícil, pero en estos momentos Irak recibe más atención mediática".

"Creo que EE.UU. reconoce que por ahora no puede proporcionar seguridad en todo el país, y desde luego es su responsabilidad (como fuerza ocupante), pero reconozco que es muy difícil cuando te enfrentas a ataques impredecibles e indiscriminados", concluyó.
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