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Brasil: Cuatro mil policías movilizados por el 11 de septiembre carioca

El 11 de septiembre de 2002, los líderes de la organización criminal de Rio, el Comando Vermelho (Comando Rojo), tomaron el control de un pabellón de la prisión de alta seguridad de Bangú y torturaron y asesinaron a 4 jefes de una banda rival, el Tercer Comando.

11 de Septiembre de 2003 | 10:15 | AFP
RIO DE JANEIRO.- Cuatro mil policías fueron movilizados por las autoridades de Rio de Janeiro para evitar actos de violencia este jueves en la ciudad, donde las bandas criminales que controlan las favelas también convirtieron al 11 de septiembre en una fecha de conmemoraciones.

El 11 de septiembre de 2002, los líderes de la principal organización criminal de Rio, el Comando Vermelho (Comando Rojo), tomaron el control de un pabellón de la prisión de alta seguridad de Bangú y torturaron y asesinaron a 4 jefes de una banda rival, el Tercer Comando.

En las calles de Rio, ese día, integrantes del Comando Rojo incendiaron varios ómnibus y sembraron el pánico entre la población.

Las autoridades estaduales recibieron en los últimos días denuncias de que los criminales que siguen a Luiz Fernando Da Costa, "Fernandinho Beira Mar", líder del Comando Rojo, realizarían actos de vandalismo en varios puntos de la ciudad para no dejar "pasar inadvertida" la fecha, informó la Secretaría de Seguridad del Estado de Rio.

Otras denuncias indicaban que los seguidores del Tercer Comando también conmemorarían la muerte de su líder en la rebelión de un año atrás, Ernaldo Pinto de Medeiros, "Ue", y se vengarían de sus enemigos invadiendo las favelas que éstos controlan.

La policía de Rio de Janeiro reforzó la vigilancia en centros comerciales, consulados, hoteles y edificios públicos, así como en el Complejo penitenciario de Bangú y otras cárceles, y en las principales favelas controladas por las bandas rivales.

De los 11 millones de habitantes del área metropolitana de Rio de Janeiro, cerca de un tercio vive en más de 800 favelas.

Fernandinho Beira Mar, que fue detenido en 2001 en Colombia donde realizaba tráfico de drogas y armas con la guerrilla de las FARC, se encuentra recluido en una prisión de alta seguridad del Estado de Sao Paulo, para evitar que siga comandando a sus huestes de las favelas, que en ocasión de las elecciones del año pasado y del último carnaval realizaron campañas de ataques contra hoteles, centros comerciales y transporte público.
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