MADRID.- La organización terrorista ETA hirió a dos agentes de la Policía regional vasca (Ertzaintza), a los que tendió una trampa tras simular un accidente de tráfico, en un nuevo atentado cometido contra las fuerzas de seguridad que acabó con la muerte de uno de los presuntos etarras.
Tras conocer el suceso ocurrido en la noche del domingo, el ministro español del Interior, Angel Acebes, dijo hoy que ETA "está muy golpeada y desorientada", pero aún tiene "capacidad para matar" y que la vía para acabar con los terroristas es la persecución policial y la colaboración internacional.
Acebes se refirió al inusual método usado por la banda terrorista para cometer este acto, que demuestra que "ETA atenta cuando puede, contra quien puede y con los instrumentos que puede".
Fuentes de la investigación dijeron hoy a EFE que la Ertzaintza ha identificado ya a los dos presuntos autores del atentado como Arkaitz Otazua y Asier Mardones, posibles miembros legales (no fichados por la policía) de ETA.
Las mismas fuentes agregaron que el cuerpo sin vida hallado en las cercanías del lugar del atentado es el de Otazua, mientras que Mardones sería el presunto etarra huido.
En su huida, los terroristas olvidaron en el lugar una mochila, en la que había un documento nacional de identidad, dijeron las fuentes.
Los dos policías regionales vascos fueron tiroteados en una carretera cercana a la localidad vasca de Alto de Herrera, después de recibir una llamada de alerta sobre un accidente de tráfico en ese lugar y que resultó ser una trampa.
Uno de los policías fue herido en el brazo y el otro recibió varios impactos en el rostro que le han causado graves lesiones, por lo que ambos están hospitalizados.
Al acercarse al lugar del supuesto accidente, los policías fueron tiroteados con una escopeta recortada, aunque respondieron con disparos a sus agresores, que huyeron a pie.
Poco después, la Ertzaintza comprobó que el auto utilizado como señuelo para la trampa había sido robado y que sus propietarios habían sido atados a un árbol y esposados a pocos metros del lugar del ataque, dijeron a EFE fuentes de la investigación.
La Policía vasca sigue rastreando esa zona de la provincia de Alava tras localizar, a primeras horas de la mañana, el cadáver de uno de los presuntos terroristas.
En Bilbao, el portavoz del Gobierno regional vasco, Josu Jon Imaz, afirmó hoy que si todos los atentados son condenables, el tiroteo perpetrado en Alava supone un añadido de "vileza y cobardía por intentar asesinar a quien va a ayudar a personas teóricamente accidentadas".
"No es ninguna novedad, ETA tiene a la Ertzaintza en el punto de mira desde hace tiempo y el atentado de anoche no supone una modificación de su actitud", dijo Imaz en declaraciones a una radio local.
Agregó que "ETA constituye una amenaza tanto contra la Ertzaintza como contra el conjunto de la sociedad y su erradicación es la máxima prioridad para el Gobierno vasco".
En lo que va de año, ETA -que ha asesinado en los últimos 30 años a más de 850 personas, entre ellos 13 policías autonómicos- ha causado más de una docena de atentados, la mayoría de ellos contra intereses turísticos.
La última acción que se atribuye a ETA cometida este año ocurrió la medianoche del 2 de agosto, cuando un artefacto compuesto por cinco kilos de explosivos estalló en un concesionario de automóviles de la localidad vizcaína de Lejona y causó daños en tres automóviles y destrozos en el local.
