KANDAHAR.— Medio centenar de presuntos miembros del Talibán atacó una oficina del gobierno en el sur de Afganistán, y desencadenó un tiroteo, en el que dos milicianos murieron y tres resultaron heridos, informaron hoy fuentes oficiales.
El tiroteo ocurrió el viernes, en la oficina del jefe de distrito de Khak-e-Afghan, unos 190 kilómetros al noreste de Kandahar, dijo el mulá Mohamed Umer, vicegobernador de la provincia de Zabul.
Ningún efectivo o funcionario del gobierno resultó herido, añadió el vicegobernador, quien no dio más detalles del enfrentamiento.
Entretanto, dos cohetes aterrizaron cerca de dos instalaciones estadounidenses en el oriente del país, sin dejar heridos, informaron el domingo fuentes castrenses.
El primer proyectil cayó el viernes cerca de la base de la coalición en el distrito de Zormat, provincia de Paktia, dijo el portavoz militar estadounidense, coronel Rodney Davis.
El ataque no causó daños en equipos o propiedades de las fuerzas estadounidenses, añadió la fuente en la Base Aérea de Bagram, el cuartel general de los militares norteamericanos en Afganistán.
Davis dijo que el segundo cohete cayó en la provincia de Khost. Tampoco causó daños ni heridos.
No estaba claro quién lanzó los cohetes, aunque los militares estadounidenses y afganos han atribuido ataques anteriores al Talibán.
El sábado, un grupo armado emboscó un vehículo perteneciente a una agencia afgana de desminado en el sur del país. El conductor resultó herido, dijo un vocero de la dependencia.
Los atacantes abrieron fuego sobre el vehículo de la Agencia de Desminado de Afganistán, cerca de un campamento de refugiados en Jeri Dashat, unos 50 kilómetros al noroeste de Kandahar, dijo el portavoz Haji Salathi Khan. No había más trabajadores dentro del vehículo.
Khan dijo que no está claro quién perpetró el ataque.
Los rebeldes han intensificado recientemente sus operaciones en Afganistán. El Talibán, la milicia fundamentalista derrocada durante una guerra encabezada por Estados Unidos a finales del 2001, ha advertido a los afganos que no colaboren con el nuevo gobierno del presidente Hamid Karzai.
