GUATEMALA.- Un testigo en el proceso que se sigue en los tribunales de Guatemala para esclarecer el violento crimen del obispo guatemalteco Juan Gerardi, muerto hace cinco años, fue asesinado a tiros por desconocidos, informó hoy la policía.
El hecho se registró el sábado en la capital guatemalteca y la víctima fue identificada como Erick Urizar Barillas, testigo de descargo del capitán Byron Lima Oliva, uno de los dos militares presos por el asesinato de Gerardi, ocurrido el 26 de abril de 1998.
Urizar fue atacado a tiros por unos desconocidos cuando salía de su negocio junto con su hermano Iván, quien resultó herido, según explicaron las autoridades.
El testigo, que había visitado el jueves a Lima en la prisión, recibió al menos siete balazos en diferentes partes del cuerpo.
En un juicio de primera instancia celebrado a mediados de 2001, Urizar aseguró a los jueces que el día del violento crimen del obispo auxiliar de Guatemala estaba con su amigo Lima en un bar de la capital.
En este juicio, Lima, su padre Byron Disrael Lima Estrada y el ex guardaespaldas presidencial Obdulio Villanueva fueron declarados culpables de ejecución extrajudicial en el grado de coautores y fueron condenados a 30 años de prisión.
Villanueva fue asesinado en enero pasado, durante un violento motín que se registró en la prisión donde estaba junto a los Lima, en el este de la capital.
Mientras, el sacerdote Mario Orantes, quien era auxiliar de Gerardi, fue condenado a 20 años de cárcel por su complicidad en el hecho, y la cocinera del obispo, Margarita López, fue absuelta.
El abogado de los Lima, Julio Echeverría, pidió hoy el esclarecimiento del asesinato de Urizar, mientras la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado (ODHA) lamentó el hecho y pidió identificar a los autores del crimen.
Echeverría dijo que esperan que se investigue el hecho, porque Urizar era el testigo que propusieron para demostrar en dónde se encontraba el capitán Lima el día que asesinaron a Gerardi.
De acuerdo con las autoridades, catorce personas relacionadas con el caso Gerardi han sido asesinadas hasta ahora.
El obispo auxiliar de Guatemala fue asesinado a golpes en la cochera de la casa parroquial de la iglesia San Sebastián, situada a unos 300 metros de la sede del gobierno.
Dos días antes de su asesinato, Gerardi entregó el informe final de una investigación en la que documentaba más de 55.000 violaciones de los derechos humanos durante la pasada guerra civil (1960-1996) y le atribuía la mayoría de los casos al ejército.
