LA PAZ, BOLIVIA- El gobierno de Bolivia exhortó este martes a deponer las masivas marchas de indígenas hacia La Paz para exigir la renuncia del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y llamó a mantener el país en el cauce democrático.
"Sabemos que hay todavía aprestos de marchas y de movilizaciones que están amenazando la tranquilidad y nuestra exhortación se refiere a pedirles a que no ingresen en esta dinámica de confrontación y violencia", advirtió el portavoz de la presidencia Mauricio Antezana.
Recordó que el gobierno "tiene que cumplir su labor constitucional de proveer seguridad, de garantizar las propiedades, de garantizar en la medida posible la pronta normalización de las actividades en la sede de gobierno y en la ciudad de El Alto", epicentro de la violencia que en casi un mes cobró 70 muertos.
Columnas procedentes de la región agrícola de los Yungas, unos valles subtropicales cercanos a La Paz, y de una empobrecida zona altiplánica de Caracollo, confluían sobre la sede del gobierno, según reportes de medios locales.
Otra protesta indígena avanzaba sobre la pujante ciudad de Santa Cruz, cuyos principales dirigentes cívicos llamaron al gobierno a evitar que la columna concluya su recorrido y brindó su respaldo a la institucionalidad democrática.
Según reportes de radio, campesinos de Potosí, sur del país, habían cortado las rutas hacia los departamentos de Oruro y Tarija, que alberga una cuantiosa riqueza gasera.
Las protestas sociales arrancaron hace un mes con pedidos al gobierno a consultar al pueblo acerca de la suerte de un megaproyecto de exportación de gas natural a mercados de ultramar por un puerto chileno o peruano.
Los sindicatos y la oposición sustentan que las reservas de gas deben ser industrializadas para beneficio del país y luego buscar las mejores condiciones para la exportación.
