LA PAZ.- El nuevo Presidente boliviano, Carlos Mesa, enfrentaba este domingo dificultades para conformar su gabinete, que prometió estará integrado por personas ajenas a los partidos políticos, admitieron fuentes de su entorno.
El Mandatario -que asumió la sucesión constitucional tras la renuncia el viernes de Gonzalo Sánchez de Lozada presionada por multitudinarias manifestaciones- sostuvo consultas hasta altas horas de la madrugada para definir el gabinete de 15 ministerios, dijo a la AFP un funcionario de su oficina de prensa.
El propio Mesa, un periodista e historiador de 50 años, reconoció la noche del sábado en declaraciones a medios locales que "la tarea de conseguir ministros no resulta sencilla".
"En un momento tan complicado como el que está viviendo el país no es tan fácil convencer a las personas que tienen responsabilidades asumidas, que les va bien y son exitosas, a entrar en un gobierno con el tamaño de los desafíos actuales", señaló Mesa en declaraciones publicadas este domingo por el matutino El Diario.
Hasta ahora la única confirmación oficial sobre el nuevo gabinete, es que el ministro de Defensa saldrá de las filas de las Fuerzas Armadas, según adelantó el propio Mesa a la prensa local.
En su discurso ante el Congreso, al tomar posesión de su cargo la noche del viernes, Mesa prometió conformar un gobierno de transición sin la participación de los partidos políticos, realizar un referendo sobre la política de explotación del gas, convocar una asamblea constituyente y llamar a nuevas elecciones en cuanto haya cumplido con estos objetivos.
Las objeciones de sindicatos, organizaciones campesinas e indígenas contra un proyecto de exportar el gas en condiciones que consideran desfavorables para el más pobre de los países de América del Sur, detonaron las protestas que forzaron la renuncia de Sánchez de Lozada, en medio de una violenta represión que provocó más de 80 muertes, según organizaciones de derechos humanos.
La agenda de Mesa, que debía iniciarse a las 10:00 locales (14:00 GMT) con una ceremonia en la cual las Fuerzas Armadas reconocerán al nuevo Presidente como su "capitán general", sufrirá algún retraso, señaló su oficina de prensa.
En una conferencia con la prensa extranjera el sábado, el flamante Mandatario de Bolivia admitió que enfrenta el "desafío gigantesco" de "gobernar sin partidos, pero con apoyo parlamentario, lo que parece ser una ecuación absurda".
El analista independiente Jorge Lazarte, advirtió que el gobierno de Mesa podría comenzar bien debilitado si además de su alejamiento de los partidos políticos, no logra concertar "la adhesión de militares, empresarios y ciudadanos que le den fuerza".
Mesa se reunió el sábado con representantes de la Confederación Obrera Boliviana, representantes de la independiente Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y con un grupo de intelectuales, artistas, empresarios y religiosos que se habían sumado con una huelga de hambre a los pedidos para exigir la renuncia de Mesa.
