WASHINGTON.- El Presidente de EE.UU., George W. Bush, aseguró hoy que su país seguirá en Bagdad "a pesar de los ataques" y afirmó que los rebeldes en Irak están "desesperados" por los progresos que, en su opinión, allí se están haciendo.
"Cuanto más exito tengamos en el terreno, mayor será la reacción de estos asesinos", afirmó el Mandatario, quien subrayó que "la vasta mayoría" de los iraquíes se opone a los terroristas, "nuestra tarea es encontrarlos y juzgarlos", agregó.
Bush hizo estas declaraciones hoy en el despacho oval, donde se reunió con el administrador de EE.UU. en Irak, Paul Bremer y añadió que es esta desesperación la que está impulsando a los rebeldes a llevar a cabo más ataques y atentados suicidas.
El Presidente Bush se reincorporó hoy a la Casa Blanca después de una gira por Asia que lo mantuvo alejado del país durante más de una semana.
La entrevista con Bremer es la primera actividad pública del Mandatario estadounidense.
"Este gobierno está decidido a responder al llamado de los iraquíes que quieren vivir en una sociedad en la que sus hijos puedan ir a la escuela, en el que puedan tener un buen sistema de salud y vivir en paz. Está en el interés de Estados Unidos que surja un Irak pacífico y no desviaremos nuestros esfuerzos para alcanzar este objetivo", subrayó Bush.
El Presidente estaba acompañado de Bremer, de su secretario de Defensa Donald Rumsfeld, de su consejera para la Seguridad Nacional Condoleezza Rice, de Richard Myers, jefe del estado mayor conjunto y del jefe del comando central (Centcom) John Abizaid.
Irak vivió este lunes un sangriento inicio de Ramadán con cinco atentados en Bagdad que apuntaron casi en forma simultánea contra la sede del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y cuatro comisarías de policía iraquíes.
En total 42 personas murieron, según cifras obtenidas por la AFP a partir de informaciones de los nueve principales hospitales de la ciudad.
