BAGDAD.- Las tropas estadounidenses asaltaron un vecindario de Bagdad y lanzaron un misil contra una supuesta base de entrenamiento en el norte de Irak, como parte de una nueva ofensiva contra elementos guerrilleros mientras una supuesta grabación de Saddam Hussein exhortaba a los rebeldes a redoblar esfuerzos.
La acción ocurre mientras el ejército trata de determinar por qué cayeron dos de sus helicópteros Black Hawk el sábado en la norteña ciudad de Mosul, causando la muerte de 17 soldados, en el mayor número de vidas perdidas por los estadounidenses en un solo incidente desde el inicio de la guerra.
El domingo, el ejército lanzó un misil guiado por satélite con una cabeza de 225 kilogramos desde Taji, al norte de Bagdad, y alcanzó una supuesta base de entrenamiento en el oeste de Kirkuk, a 209 kilómetros, dijo el teniente coronel William MacDonald, vocero de la IV División de Infantería.
MacDonald dijo que era la primera vez que se usaba esos misiles desde el fin de los combates de la guerra de ocupación el 1 de mayo.
En Bagdad, las fuerzas estadounidenses, apoyadas por vehículos blindados y helicópteros, avanzaron sobre el vecindario sunita de Azamiyá, sellando una zona de 20 cuadras y allanando 450 casas durante siete horas. Decomisaron 30 Kalashnikovs, cerca de una docena de rifles y 10 pistolas, dijeron fuentes estadounidenses.
Los soldados detuvieron a 21 personas por posesión de armas ilegales, aunque se espera que sean liberadas el lunes.
Las acciones en Azamiyá, un vecindario de clase alta, no fueron recibidas con agrado.
"Por supuesto que todos tienen armas. A todos nos han robado", dijo Samir al-Hadith, un ingeniero proveniente de Arabia Saudí.
En Tikrit, los soldados bombardearon posiciones empleadas para lanzar morteros y un cohete contra las fuerzas estadounidenses en el curso del día, dijo el teniente coronel Steve Russell.
El ataque causó una serie de explosiones que hicieron eco por toda la población e iluminaron el cielo nocturno. Helicópteros Apache participaron en el ataque.
Mientras tanto, la supuesta grabación de Saddam exhortaba a los iraquíes a reforzar las acciones contra la ocupación y los "agentes comprados por ejército extranjeros", en una aparente referencia a los iraquíes que apoyan a la coalición.
La voz en la grabación, presentada por la televisora Al-Arabiya, dijo que la única forma de terminar con el caos en Irak era que Saddam y su proscrito Partido Baath regresen al poder.
La Agencia Central de Inteligencia dijo que tratará de determinar la autenticidad de la grabación, a la cual no le dio importancia alguna el presidente estadounidense George W. Bush.
"Sospecho que es lo mismo de antes. Es propaganda. No nos vamos a ir sino hasta que terminemos con nuestro trabajo. Así son las cosas. Estoy seguro de que le gustaría ver que nos fuéramos, si es que en verdad es su voz", dijo Bush.
