CIUDAD DEL VATICANO.- El Vaticano invitó a los católicos de todo el mundo a ser castos como remedio para evitar la plaga del Sida, con ocasión de la Jornada Mundial contra la enfermedad que se celebra este lunes.
En un mensaje, enviado a todos los católicos por el cardenal mexicano Javier Lozano Barragán, ministro de Salud del Vaticano, la Iglesia sugiere que "la virtud de la castidad sea aplicada como la medida más eficaz para prevenir el sida".
El cardenal pidió a los gobiernos y a la comunidad internacional que se comprometan a promover tal virtud.
"Hay que evitar realizar campañas para sensibilizar y educar a la población basadas en políticas que ofrecen modelos de vida y de comportamiento inmorales y hedonistas que favorecen la difusión del Sida", afirmó el cardenal.
"Hay que estimular la cultura de la vida y del amor responsable", agregó.
En el mensaje, el responsable de la Santa Sede para esos temas pidió que se facilite el "acceso de los enfermos a tratamientos con el fin de frenar la mortalidad escandalosa que grita venganza ante Dios".
El religioso pidió que los gobiernos se encarguen de "las necesidades sociales, humanitarias, socio-sanitarias de los niños huérfanos, cuyo número aumenta cada día por el Sida".
La Iglesia considera que se debe evitar toda discriminación a nivel mundial de los contagiados y enfermos.
El cardenal mexicano anunció que un "manual pastoral sobre el sida" será publicado por el Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud.
La Iglesia católica rechaza el empleo del preservativo para evitar el sida, lo que ha suscitado polémicas a nivel mundial.
El Papa Juan Pablo II confía en la castidad como método para impedir que se extienda la enfermedad.
Unos 40 millones de personas, entre las cuales dos millones y medio de niños menores de 15 años, viven actualmente en el mundo con el VIH-Sida, según el informe 2003 de ONUSIDA sobre la epidemia, que indica que en el año se registraron unos cinco millones de nuevas infecciones.
