SAN FRANCISCO.- El gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, enfrenta este viernes una de las pulseadas más duras con el Congreso estatal de mayoría demócrata que debe decidir si apoya el "plan de recuperación económica" delineado por el actor republicano, que incluye emitir bonos por 15.000 millones de dólares.
Esta semana la estrella de cine devenido en político incrementó su presión sobre los legisladores de California, en una dura negociación que debe dar frutos mañana, cuando se cumple la fecha límite para la decisión sobre una serie de medidas económicas que serán sometidas a los californianos el próximo 2 de marzo.
Desde reuniones a puertas cerradas con los legisladores, mitines en San Diego (sur) y entrevistas en la radio, Schwarzenegger arremetió en todos los frentes para alcanzar su primera victoria política: la emisión de bonos del estado por 15.000 millones de dólares para cubrir el déficit fiscal.
Además, la estrella de Hollywood pretende obtener la aprobación de un decreto que marcaría un tope de los gastos en el estado y recortar programas de salud, educación y servicios sociales en cerca de 4.000 millones de dólares.
Al estilo de las mega producciones de sus películas que utilizó durante su campaña electoral, el flamante gobernador mostró una enorme tarjeta de crédito dorada que leía California y dijo: "Esta es la tarjeta de crédito del estado y esto es lo que haremos con ella".
Ante la mirada atónita de empresarios, políticos y simpatizantes, el actor con una gran sonrisa en su rostro, la dobló al medio y la tiró al suelo.
El programa del gobernador prevé que en el próximo año fiscal el estado no podrá gastar más de sus ingresos. Si más adelante los ingresos superan a los gastos, estos irán a un fondo de reserva que serviría para paliar déficit futuros.
Los legisladores de California deberán dar luz verde a estas medidas este viernes para que luego sean sometidas a un referéndum el próximo marzo.
Durante la semana el protagonista de "Terminator" utilizó todas sus argucias para seducir a los legisladores, a quienes también advirtió que los electores tomarán medidas contra quienes antepongan "la política al futuro" de California.
"El fracaso no es una opción. Simplemente no existe", dijo Schwarzenegger al ser interrogado si manejaba un plan alternativo en caso de no obtener el apoyo de los congresistas.
Pero son varios los legisladores y expertos que se oponen a las medidas de Schwarzenegger.
El secretario del Tesoro estatal Phil Angelides, posible candidato a las gobernación de California en 2006, emprendió una dura campaña contra la emisión de bonos por 15.000 millones de dólares para cubrir el déficit, medida que según él, sólo elevará aún más el déficit del estado, que terminarán pagando las futuras generaciones.
Contra las críticas de sus adversarios, las filas de Schwarzenegger han utilizado la misma defensa: la herencia del gobernador demócrata fue desastrosa y para paliar la crisis económica del estado muchos sectores se verán afectados.
Donna Arduin, nominada directora financiera para el gobierno de Schwarzenegger, advirtió recientemente que el nuevo gobernador heredó un déficit de 24.800 millones de dólares hasta el periodo 2006-07.