EL VATICANO.- El papa Juan Pablo II presidió en la tarde de hoy en la basílica de San Pedro el Te Deum de agradecimiento al concluir el año, acompañado de miles de fieles y autoridades de Italia y de la Santa Sede, y en medio a estrictas medidas de seguridad.
Pese a las amenazas de un atentado que penden desde hace varios días sobre el más importante templo católico del mundo, los fieles se dieron cita desde temprano hoy en les de sillas dispuestas en el ala central del templo.
La fila de peregrinos que esperaba pasar por los detectores de metales ocupaba todo el perímetro de la plaza de San Pedro, que sobrepasa los 700 metros.
Cuatro pantallas gigantes fueron dispuestas en puntos estratégicos de la plaza para poder seguir la ceremonia, mientras algunos cientos de policías italianos, algunos de uniforme y otros de civil, vigilaban el área después de que, a partir del 24 de diciembre, se intensificaran las medidas de seguridad sobre Roma.
El gobierno italiano decidió elevar al nivel de la seguridad después de haber recibido informaciones sobre un posible atentado y pese a que esas informaciones fueron consideradas poco creíbles por parte de los servicios secretos.
Entre otras cosas se decidió que aviones y helicópteros especiales estuvieran listos para despegar desde bases cercanas en caso de una amenaza inminente o de un ataque, que se presuponía podía ser con un avión. También se dispusieron baterías antiaéreas en puntos estratégicos de la ciudad.
Juan Pablo II, en relativa buena forma, hizo su entrada en el sillón de ruedas por el pasillo central de la basílica, saludando con la mano en alto a los presentes hasta llegar al altar mayor ubicado en el punto central de la cruz que forman las alas de la iglesia y bajo el célebre baldaquino del arquitecto Bernini.
El pontífice, que leyó con claridad toda la homilía, la dedicó a la virgen María y a la familia, destacando que el futuro de la humanidad pasa a través de ésta última. Concluyó sus palabras pidiendo que sean concedidos días de paz a la ciudad de Roma, a Italia, a Europa y al mundo entero.
Interrogado por la televisión italiana sobre cómo se vive la amenaza del terrorismo en la Santa Sede, el padre Raniero Cantalamessa, que trabaja dentro del Vaticano, dijo que prevalece la serenidad y recordó que todo está en manos de Dios. El Papa no está asustado, es un hombre de gran coraje, subrayó.
Ceremonia antiquísima eminentemente cantada -se piensa que es originario del siglo IV-, el Te Deum se usa en muchos países católicos para conmemorar fechas y eventos importantes.
Juan Pablo II participará mañana en la misa de primero de año en ocasión de la Jornada Mundial de la Paz, que se celebrará en la basílica de San Pedro a partir de las 10:00 horas.
