BUENOS AIRES.- Al cumplirse 171 años de la ocupación británica de las Islas Malvinas, el Gobierno argentino ratificó el sábado su reclamo de soberanía sobre el archipiélago y exigió que se cumplan los pactos internacionales.
El 3 de enero de 1833, fuerzas británicas ocuparon las islas y desalojaron por la fuerza a sus habitantes y a las autoridades argentinas establecidas allí. Desde entonces el archipiélago de 11.000 kilómetros cuadrados ha estado bajo el dominio de la corona británica.
"Hoy, a 171 años de esa ocupación ilegítima que aún continúa, el pueblo y el Gobierno argentino reafirman una vez más los imprescriptibles derechos de soberanía de la República Argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes", dijo la Cancillería en un comunicado.
Exhortó al Reino Unido a que cumpla "las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas y declaraciones de la Organización de Estados Americanos que instan a reanudar las negociaciones bilaterales a fin de encontrar, a la mayor brevedad posible, una solución pacífica, justa y duradera de la controversia sobre soberanía".
Según la cartografía el Siglo XIV, las islas fueron descubiertas por los españoles, pero adquirieron su actual denominación hacia 1698 cuando se fundó la Compañía de Pesca del Mar del Sur y las islas comenzaron a ser visitadas por pescadores franceses del puerto de Saint Maló. Por esa razón las islas recibieron el nombre de Maluines y posteriormente Malvinas.
Las islas estuvieron bajo dominio español hasta la independencia argentina en 1810, pero recién en noviembre de 1820 Argentina tomó formal posesión de las mismas.
En 1833, una corbeta británica desembarcó en el archipiélago e inició una campaña de apropiación de los territorios y desalojo de los escasos pobladores.
Alegando que Gran Bretaña dilataba las negociaciones para recuperar las islas pacíficamente, la dictadura militar argentina, instaurada en 1976, ocupó militarmente el archipiélago el 2 de abril de 1982.
La ocupación desató una guerra de 72 días que concluyó con la derrota argentina y precipitó al año siguiente la salida del poder de los militares. Unos 1.000 hombres, en su mayoría argentinos, murieron en el conflicto.
Las relaciones argentino-británicas se reanudaron recién en 1990 bajo el compromiso de no abordar el tema de la soberanía sobre las islas.
Pero los sucesivos gobiernos argentinos han sostenido que consideran a las Malvinas parte del territorio nacional y que su soberanía es una reivindicación imprescriptible.
Para febrero próximo, a casi 22 años de la guerra, se tiene previsto instalar en las islas un monumento en el cementerio de Darwin en memoria de los soldados argentinos caídos en el conflicto.
