LA PAZ.- El Presidente de Bolivia, Carlos Mesa, requirió hoy del Gobierno chileno un "salto al siglo XXI" que permita al pueblo boliviano recuperar un acceso al mar en el Océano Pacífico y compartir un "destino común" con Chile.
Durante el acto de toma de posesión de un vocal de la Corte Nacional Electoral boliviana, en la ciudad de La Paz, Mesa afirmó que el "desafío" que propone a Chile "es justamente un cambio que marque un salto al siglo XXI".
Según el Mandatario, ese paso debe encaminarse a que las dos naciones "puedan compartir un destino, que yo estoy convencido es un destino común".
"Chile, Bolivia y Perú, por muchísimas razones, son tres naciones a las que la historia les ha marcado un camino común, que hasta ahora ha sido un camino de desencuentro entre Bolivia y Perú con Chile", manifestó.
En la Guerra del Pacífico, en 1879, las tropas chilenas se impusieron a la alianza boliviano-peruana, lo que significó la pérdida del litoral para Bolivia y de una franja del sur del país para Perú.
Mesa opinó que la situación actual debe cambiar en pos de "un camino de encuentro", destinado al "desarrollo de una zona geográfica fundamental, del norte de Chile, el sur de Perú, el oeste de Bolivia".
En su discurso, el gobernante descartó que el Estado boliviano haya carecido de una línea coherente en esta cuestión desde que se concretó su enclaustramiento marítimo, con la firma del Tratado de Paz y Amistad en 1904.
"Yo soy un convencido de que Bolivia ha tenido y tiene una política de Estado en el tema del mar, y si en algo Bolivia ha trabajado coherentemente y seriamente, es en la demanda marítima", concluyó.
Por último, agradeció la postura mostrada en las últimas horas por el Legislativo boliviano, que, a través del presidente del Congreso Nacional, Hormando Vaca Díez, expresó un "completo respaldo al poder Ejecutivo en su política respecto al tema marítimo".
La demanda de Bolivia de recuperar su acceso al mar resultó fortalecida en los últimos meses con las muestras de apoyo de parte de la comunidad internacional en solidaridad por la convulsión social sufrida en este país.
Las protestas, que dejaron decenas de muertos, tuvieron su origen en la negativa de la sociedad civil a la exportación del gas boliviano, especialmente si se realiza por un puerto chileno.
