LA PAZ.- La cívica Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) de la ciudad boliviana de El Alto instruyó este viernes a sus afiliados el decomiso en las calles de productos fabricados en Chile, después de que el Presidente Ricardo Lagos volviera a rechazar la secular aspiración de Bolivia de una salida soberana al mar Pacífico perdida a manos de Chile en 1879.
"Como institución cívica, como bolivianos, no podemos permitir que ingresen (al mercado local) productos chilenos", dijo Mauricio Cori, dirigente de la Fejuve de El Alto, ciudad vecina de La Paz y epicentro de la revuelta popular que derrocó en octubre pasado al presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, por su política de exportar gas por un puerto de Chile.
El dirigente aseguró que esta decisión tiene respaldo de la Central Obrera Departamental de esa ciudad, la cuarta más poblada del país y paso ineludible de mercaderías provenientes de Chile y Perú hacia el mercado de La Paz.
La medida de presión para que Santiago escuche la demanda marítima incluye productos chilenos introducidos de contrabando y también de forma legal, dijo.
Cori se dijo incluso dispuesto a coincidir con la empresarial Cámara de Industrias que, tras la polémica entre los presidentes de Bolivia y Chile en México por la demanda marítima boliviana, llamó a la población a privilegiar el consumo de productos nacionales.
A su retorno de México y Guatemala, el presidente Carlos Mesa afirmó este viernes que la "voluntad boliviana es la eliminación del contrabando en la frontera de Bolivia y la de Chile".
De acuerdo con la Cámara de Comercio boliviana (CNC), el contrabando proveniente de Chile movió el año pasado 304 millones de dólares.
