WASHINGTON.- Bolivia obtuvo el viernes un modesto incremento en la asistencia económica de Estados Unidos y un compromiso del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial de acelerar desembolsos que ya han sido aprobados.
La determinación fue tomada en el marco de una reunión de 19 países y seis organizaciones internacionales para explorar mecanismos de ayuda para Bolivia, donde en octubre del año pasado más de 70 personas murieron en violentas manifestaciones que terminaron anticipadamente con la presidencia de Gonzalo Sánchez de Lozada.
La reunión, convocada en forma conjunta por México y Estados Unidos, fue el resultado de una solicitud hecha por México en la reciente cumbre hemisférica de presidentes que tuvo lugar esta semana en Monterrey.
Los asistentes al encuentro acordaron crear un comité de seguimiento, integrado por México y Estados Unidos y un grupo más reducido de países.
En la reunión, funcionarios bolivianos presentaron lo que denominaron un plan de corto plazo y otro de mediano plazo para sacar a ese país de la crisis, aunque no entregaron detalles.
"No vinieron a pedir nuestra ayuda solamente. Nos presentaron con un plan muy poderoso", dijo el subsecretario del Departamento de Estado, Marc Grossman, en una rueda de prensa.
Ante una consulta sobre la falta de aportes concretos de la mayoría de los países, el ministro de la Presidencia de Bolivia, José Galindo, dijo que la cita "no era una conferencia de donantes" y que Bolivia tenía que encontrar la forma de desarrollarse sin recurrir a la ayuda internacional.
"Tenemos que nosotros, los bolivianos, poner nuestra parte para encontrar el camino del desarrollo", dijo.
Grossman señaló que Washington estaba estudiando la manera unilateral de incrementar su ayuda a Bolivia, que alcanza unos 150 millones de dólares al año.
El funcionario dijo que Estados Unidos decidió eliminar el requisito de financiamiento de contrapartida para un crédito de 16 millones de dólares, lo que permitirá a Bolivia acceder a ese préstamo de forma inmediata.
El mecanismo de contrapartida obliga al país beneficiario a financiar una parte de un programa con sus propios recursos.
En la reunión, Bolivia pidió al FMI y al Banco Mundial apurar los desembolsos de dineros ya aprobados. "Tanto el portavoz del FMI como el del Banco Mundial dijeron que lo harían", señaló Grossman.