BAGDAD.- Por lo menos 25 personas murieron y más de 130 resultaron heridas este domingo en un atentado suicida delante de la "Puerta de los Asesinos", la entrada principal del antiguo palacio presidencial de Saddam Hussein, hoy sede de las fuerzas de la coalición en Bagdad.
Este atentado, que provocó escenas de pánico, es el más mortífero en Bagdad desde los que tuvieron por blanco la sede de la Cruz Roja y cuatro comisarías de policía el pasado 27 de octubre, con un saldo de 42 muertos, y el primero de esta magnitud contra la sede de la coalición.
También es el primer atentado cometido en la capital iraquí en lo que va de año. La noche del 31 de diciembre, un coche bomba causó ocho muertos frente a un elegante restaurante de Bagdad.
El administrador civil estadounidense en Irak, Paul Bremer, que reside en este palacio pero que ahora se encuentra en Estados Unidos, estimó que estas muertes eran "trágicas e inexcusables", según el portal de internet de la coalición.
Un portavoz del ejército estadounidense explicó que hubo 20 muertos, dos de los cuales eran norteamericanos y trabajaban para el Pentágono, y más de 60 heridos, entre ellos cuatro empresarios y dos soldados estadounidenses, según un cómputo realizado por hospitales militares. Sin embargo, este cálculo no tiene en cuenta los muertos y heridos trasladados a centros médicos iraquíes.
Dos muertos fueron llevados al hospital Yarmuk de Bagdad, afirmó un médico del servicio de urgencias, y otros tres al hospital Karama, según el jefe del servicio de urgencias de este centro médico, Mohamad Jumá.
Además, 71 iraquíes heridos fueron ingresados en tres hospitales de la ciudad.
El coche que estalló era una camioneta Toyota de color blanco cargada con 500 kilos de explosivos, declaró a la prensa el coronel estadounidense Ralph Baker, encargado de la seguridad del perímetro donde se halla la sede de la coalición.
El atentado se produjo a las 08H00 locales (05H00 GMT) cuando un vehículo estalló en medio de una fila de automóviles y de empleados iraquíes que esperaban autorización para acceder al palacio.
"Un vehículo que aguardaba para entrar en el palacio explotó", indicó a la AFP un policía sin querer revelar su identidad.
"El pánico se apoderó de los soldados, algunos de los cuales se echaron al suelo. Vi empleados caer heridos. Fue muy fuerte, nunca he escuchado una explosión como ésta", declaró Ahmed Hassan, un obrero que presenció el ataque.
Según él, "una camioneta se colocó detrás de la cola de coches y estalló".
"Estábamos esperando para entrar. Ví un vehículo saltarse la fila de automóviles y explotar", contó Jartan Dawud, un empleado de la coalición que estaba siendo atendido en el hospital Al Kindi por heridas en la cabeza.
Frente al palacio presidencial se podían ver coches y autobuses ardiendo o calcinados, así como decenas de ambulancias y camiones de bomberos, según un periodista de la AFP.
"Fue un atentado suicida", declaró poco después un portavoz militar de la coalición, mientras que el jefe de la policía iraquí, el general Ahmed Ibrahim, denunció "un acto terrorista".
"Es un acto terrorista cometido por grupos extranjeros. Es contrario al islam. No apuntan a la fuerza de la coalición porque la mayoría de las víctimas son iraquíes", declaró Ibrahim.
"Si los terroristas piensan hacer volver al (partido) Baas al poder de esta manera, están equivocados", agregó.
Según Moshtaq Fadhel, comandante de la Academia de policía iraquí, entre las víctimas mortales hay cuatro policías.
"Irak se ha convertido en un campo de batalla para los terroristas", dijo, estimando en 600 el número de policías muertos en atentados u operaciones para restablecer la seguridad desde la caída del régimen de Saddam Hussein, el pasado abril.