CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Juan Pablo II hizo hoy un nuevo llamamiento en favor de la unidad de los cristianos y afirmó que en un mundo como el actual, "sediento de paz", es "urgente" que los cristianos anuncien el Evangelio "de manera acorde y simultánea".
El Pontífice dijo también que la división entre los cristianos es una "prueba dolorosa" y pidió a Dios que ayude a los seguidores de Cristo a no caer en el desencanto.
El Obispo de Roma hizo estas afirmaciones ante varios miles de ersonas reunidas en la plaza de San Pedro del Vaticano para el rezo del Angelus, en el que manifestó que hoy comienza la anual Semana de Plegarias para la Unidad de los Cristianos, cuyo lema "Os dejo mi paz".
Este lema, precisó el Papa, ha sido propuesto por las iglesias de Medio Oriente, "donde la unidad y la paz son las prioridades más necesitadas".
Juan Pablo II, que leyó todo el discurso con voz clara y cuyo aspecto físico estaba en línea con el mostrado en las últimas semanas, añadió que durante los próximos ocho días los cristianos de todo el mundo se reunirán para rezar intensamente al Señor para que refuerce en ellos el compromiso común de alcanzar la plena unidad.
"La división es una prueba dolorosa", subrayó el Papa, que agregó que por ello los cristianos sienten el vivo deseo de dirigirse al único Dios para que les ayude a vencer las tentaciones del desencanto en el "difícil camino" que conduce a esa anhelada unidad.
"En un mundo sediento de paz es urgente que las comunidades cristianas anuncien el Evangelio de manera acorde. Es indispensable que testimonien el Amor divino que las une y sean portadoras de alegría, esperanza y de paz", destacó el Obispo de Roma.
El Papa siempre ha dicho que la separación entre Oriente y Occidente, que es ya de casi mil años, es un "escándalo", pues quita credibilidad a los seguidores de Jesús a la hora de difundir el Evangelio.
En aras de esa deseada unidad ha pedido en numerosas ocasiones a los católicos que "intensifiquen el ritmo" del ecumenismo, ha reiterado su disponibilidad a que se discuta el papel del Primado de Pedro (el suyo) y ha insistido en que el diálogo ecuménico es "irreversible" a pesar de las dificultades que se puedan presentar.
También ha pedido perdón a los ortodoxos por los daños que los católicos les han causado a lo largo de los siglos.
Recientemente reiteró en un mensaje al patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, el compromiso de la Iglesia Católica en aras de esa unidad.
Hoy volvió a expresar su deseo de que esta semana de plegarias sea la ocasión propicia para que aquellos que creen en Cristo intercambien el abrazo fraternal.
El Papa también recordó que en los próximas días los chinos, vietnamitas y coreanos celebran el año nuevo lunar. Con ese motivo, les deseó serenidad y prosperidad.
