NUEVA YORK.- Argentina tendrá el apoyo de todo el grupo de América Latina y el Caribe para su elección como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU a partir del 2005.
La decisión fue tomada en una reunión del grupo celebrada hoy, en la que la candidatura argentina logró "el apoyo unánime" del grupo latinoamericano, informó en un comunicado la misión de este país ante la ONU.
Ese apoyo prácticamente garantiza la designación de Argentina como miembro del Consejo durante la elección que se celebrará en la 59 Asamblea General, que será inaugurada en septiembre de este año.
El Consejo de Seguridad está integrado por cinco miembros permanentes (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido) y diez no permanentes, generalmente dos por cada región, que tienen mandatos de dos años.
Cada año se renueva la mitad de los miembros no permanentes y el candidato suele ser acordado por cada uno de los grupos regionales.
Actualmente, la región de América Latina y el Caribe está representada por Brasil, que entró este año, y Chile, cuyo mandato expirará en diciembre próximo y que, si no surgen imprevistos, sería sustituido por Argentina el año próximo.
El último mandato de Argentina como miembro del Consejo es relativamente reciente ya que se sentó en el máximo órgano decisorio en el bienio 1999-2000.
Según fuentes diplomáticas, la crisis de Irak ha hecho reflexionar a algunos países latinoamericanos sobre una eventual participación en el organismo.
El propio embajador argentino, César Mayoral, comentó en declaraciones de prensa que "ni México ni Chile han salido indemnes" de la posición mantenida respecto a Irak.
El diplomático anunció el pasado viernes que su país y Brasil han llegado a un acuerdo de colaboración inédito en las Naciones Unidas, que permitirá a un diplomático argentino integrarse en la delegación brasileña para dar seguimiento a los temas del Consejo.
Argentina, uno de los países latinoamericanos que más contribuye a las operaciones de paz de la ONU, pagó hace unos días 21 millones de dólares para reducir a 67,8 millones la deuda que tiene con Naciones Unidas y preservar su derecho a voto en la Asamblea General.
