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Papa llama a buscar la paz sin armas

En su catequesis de hoy el Pontífice afirmó que en la actualidad "el mundo propone una paz basada en la fuerza armada, en el poder, en la intervención de las potencias militares y en la carrera de armamentos que generan angustias e inquietudes en el corazón de los hombres".

21 de Enero de 2004 | 09:58 | EFE
CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa dijo hoy que el mundo anhela y necesita la paz, pero denunció que la que se propone "está basada en la fuerza de las armas, en el poder, en la intervención de las potencias militares y en la carrera de armamentos que generan angustia e inquietud en el corazón de los hombres".

Juan Pablo II precisó que esos medios son "impropios" y que ante esas situaciones el hombre vive con el corazón turbado "en el miedo y la incertidumbre".

El Pontífice hizo estas manifestaciones ante varios miles de fieles que asistieron en el Aula Pablo VI a la audiencia pública de los miércoles, cuya catequesis dedicó al lema de la actual Semana de Plegarias para la Unidad de los Cristianos, "Mi paz os dejo".

El Obispo de Roma, que tenía la voz clara, afirmó que esas palabras, pronunciadas por Jesucristo en la Ultima Cena, son su testamento espiritual y que ese don ofrecido "no es una paz cualquiera, no es una paz como la del mundo".

"El mundo suspira por la paz, la necesita, pero hoy como ayer muchas veces la busca con medios impropios, tal vez incluso con el recurso a la fuerza o con el equilibrio de potencias opuestas. Ante esas situaciones el hombre vive con el corazón turbado ante el miedo y la incertidumbre. La paz de Cristo, sin embargo, reconcilia las almas, purifica los corazones y convierte a las mentes", dijo.

Pero cuando resumió la catequesis en polaco, el Papa fue aún más rotundo: "el mundo propone una paz basada en la fuerza armada, en el poder, en la intervención de las potencias militares y en la carrera de armamentos que generan angustias e inquietudes en el corazón de los hombres".

Cristo -precisó en polaco- habla de una paz basada en la pureza de las intenciones de los hombres y en la necesidad del perdón y la conversión de los corazones.

Desde el pasado día 18 y hasta el 25 se celebra la Semana de Plegarias para la Unidad de los Cristianos. Papa Wojtyla volvió a hacer hoy un llamamiento en aras de la unidad de todos los fieles de Cristo y expresó su satisfacción al constatar que esa búsqueda de unidad está cada días más extendida entre los cristianos.

De todas formas advirtió que el ecumenismo -el camino hacia la unidad- no será auténtico sino no hay conversión interior, ya que el deseo de unidad -aseguró- nace y madura de la renovación de la mente, de la abnegación y de la efusión de la caridad.

Reconoció que el camino no es fácil y animó a los cristianos a no desanimarse ante las dificultades viejas y nuevas que se encuentren, sino a afrontarlas con paciencia y comprensión.

Juan Pablo II se mostró convencido de que de la caridad y del amor surgen la paz y unidad de todos los cristianos, "que pueden ofrecer una contribución decisiva para que la humanidad supere las razones de las divisiones y de los conflictos".

El Pontífice afirmó en el comienzo de esta semana de rezos que en un mundo como el actual, "sediento de paz, es urgente" que los cristianos anuncien el Evangelio "de manera acorde y simultánea".

Papa Wojtyla siempre ha dicho que la separación entre Oriente y Occidente, que es ya de casi mil años, es un "escándalo", pues quita credibilidad a los seguidores de Jesús a la hora de difundir el Evangelio.

En aras de esa deseada unidad ha pedido en numerosas ocasiones a los católicos que "intensifiquen el ritmo" del ecumenismo, ha reiterado su disponibilidad a que se discuta el papel del Primado de Pedro (el suyo) y ha insistido en que el diálogo ecuménico es "irreversible" a pesar de las dificultades que se puedan presentar.

También ha pedido perdón a los ortodoxos por los daños que los católicos les han causado a lo largo de los siglos.

Concluida la audiencia, como es habitual, el Papa saludó en diferentes idiomas. En español tuvo palabras de afecto para los fieles llegados desde Murcia, en el sur de España, y de México. A todos invitó a "trabajar por la paz" en sus naciones.

Hoy la Iglesia celebra la festividad de santa Inés. Como es costumbre en esta fecha, el Papa bendijo a dos corderitos, con cuyas lanas se confeccionarán los palios que impondrán a los nuevos arzobispos el próximo 29 de junio, festividad de San Pedro.