LIMA.- El zar antidrogas de Perú, Nils Ericsson, alertó este miércoles sobre la intención de los campesinos cocaleros de "intentar incendiar la pradera" a partir de un congreso que realizarán los agricultores peruanos de hoja de coca en febrero próximo.
"Es un tanto el temor de que se busque cualquier razón o pretexto para intentar incendiar la pradera, pero estamos atentos contra eso", dijo el funcionario a la emisora limeña CPN.
Campesinos de diversas cuencas cocaleras del país realizarán un congreso nacional del 18 al 20 de febrero en Lima, en el que han programado movilizaciones y marchas desde provincias hacia la capital peruana para plantear sus demandas al Gobierno del Presidente Alejandro Toledo.
Ericsson, presidente de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), nombre oficial de la entidad que encabeza el zar antidrogas, sostuvo que el gobierno está cumpliendo con diversos acuerdos a los que se llegó con los dirigentes cocaleros el año pasado.
Sin embargo, dijo que un sector de los productores de hoja de coca lo que hacen es "simplemente buscar pretextos o razones para llevar esta situación (de convulsión social) adelante".
El congreso cocalero contará con el apoyo de gremios sindicales como la Confederación general de Trabajadores (CGTP), Sindicato Unico de Trabajadores de la Educación (SUTEP), la Federación de Trabajadores Mineros y Metalúrgicos, así como de partidos de izquierda que respaldarán las movilizaciones.
Medios de prensa sostienen que inteligencia policial habría detectado indicios de preparación de marchas de protesta y bloqueo de carreteras, para desestabilizar al gobierno con un "bolivianazo", aludiendo a las protestas de octubre 2003 en Bolivia que provocaron la caída del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.
Olmedo Auris, dirigente del izquierdista partido Patria Roja, que respalda a los cocaleros, negó que se esté preparando un estallido social a partir del congreso campesino.
"Eso es una manipulación que busca indisponer la demanda de los cocaleros y los conflictos sociales embalsados ante la opinión pública", dijo Auris.
Los campesinos cultivadores de coca afirman que los programas de sustitución de hojas de coca por otros productos han fracasado, que el gobierno desconoce a sus organizaciones y que se está imponiendo a la fuerza la "autoerradicación voluntaria de la hoja de coca".
