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"Opportunity" se aproxima al punto de descenso en Marte

El segundo robot exploratorio se posará el próximo sábado en el planeta rojo, aunque en el polo opuesto de donde amartizó su gemelo Spirit.

21 de Enero de 2004 | 16:36 | EFE
PASADENA.- La nave espacial "Opportunity", la segunda sonda estadounidense que se posará sobre Marte en menos de un mes, está lista para descender sobre el planeta rojo tras realizar una nueva maniobra de aproximación.

Opportunity lleva a bordo un vehículo de exploración gemelo al "Spirit", que ya se encuentra en el suelo marciano y que el ayer martes se estacionó junto a una piedra del tamaño de un balón de fútbol para analizar su composición.

Los primeros análisis del suelo marciano hechos por el Spirit han confirmado muchas de las teorías sobre su composición de Marte, pero también han planteado otros interrogantes, dijeron científicos de la Agencia Espacial estadounidense, NASA.

El descenso del Opportunity está previsto para las 21:05 (hora local) del próximo sábado (05:05 GMT del domingo) sobre las llanuras Meridiani, en el extremo opuesto del lugar donde el Spirit inició sus tareas la semana pasada.

El control de la misión del Opportunity en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL), en el centro de la NASA en Pasadena (California), ajustó el pasado fin de semana la trayectoria de la sonda por primera vez en cuatro meses.

"Parece que logramos un buen encendido (de los motores) en la sonda de exploración marciana", dijo Jim Erickson, director de la misión, quien espera un descenso sin problemas.

Fuentes de la misión indicaron que se realizarían otras maniobras sólo si es estrictamente necesario y añadieron que, de momento, Opportunity avanza sin problemas en su trayectoria hacia Marte.

Spirit sigue su recorrido

El Spirit, que al igual que el Opportunity, es un vehículo de seis ruedas independientes, usó el martes su brazo robótico para extraer una muestra de material marciano en el primer análisis a fondo de los materiales que componen la superficie de ese planeta.

En esa muestra encontró minerales similares a los que hallaron en los puntos de descenso las sondas Viking y Mars Pathfinder, que exploraron el suelo marciano en 1979 y 1997, respectivamente.

El análisis de la muestra entregada por el robot ayudó a detectar la presencia de silicio, azufre, cloro, calcio, hierro y níquel, manifestaron los científicos de la NASA.

Además se hallaron indicios de olivina, una combinación de hierro, magnesio y silicio que se cristaliza a partir del magma volcánico y sufre una rápida erosión en presencia de agua.

Steve Squyres, director de investigaciones del proyecto de exploración marciana en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, en Pasadena (California), dijo que no se sabe si ese material está vinculado con el cráter Gusev, donde está la sonda o fue trasladado por las tormentas de polvo que azotan a la región.

"No sabemos de donde procede ese polvo. Pudo haber sido de cualquier parte. Pasará mucho tiempo para que dilucidemos este misterio, pero lo importante es que tenemos los instrumentos para hacerlo", estimó Squyres.

"Hay algunos misterios. Hay algunas sorpresas. Tenemos mucho que aprender, pero estamos componiendo una historia interesante. Marte no va a entregar sus secretos de manera tan fácil", añadió.

Sin embargo, insistió en que la muestra de olivina encontrada por el espectrómetro del Spirit es un "descubrimiento importante" cuyos alcances se irán aclarando en el curso de los próximos días.

El robot permaneció junto a una piedra del tamaño de un balón de fútbol, bautizada con el nombre de "Adirondack", a la espera de una orden del control de la misión para poner en funcionamiento un instrumento de abrasión.

"Estamos listos para comenzar las tareas y extraerle un trocito a Adirondack", relató Jennifer Trosper, directora de la misión.

Los residuos de Adirondack permitirán comparar los diferentes tipos de minerales hallados en el suelo marciano con los de la piedra, y "estoy convencido de que habrá diferencias", indicó Johannes Brueckner, director científico del Instituto de Química Max Planck de Alemania.

"Se puede considerar que (Adirondack) es una cápsula de tiempo que contiene toda la historia de su formación", dijo Dave Des Marais, del Centro de Investigaciones Ames de la NASA.