OTTAWA, Canadá.- El descubrimiento de que uno de los cirujanos de niños que trabajó en el hospital pediátrico Saint-Justine de Montreal, Canadá, es portador del virus del SIDA, obligó a las autoridades sanitarias a ponerse en contacto con los 2.614 pacientes a los que operó entre 1990 y 2003 para someterlos a un test de HIV.
El hospital descubrió la semana pasada que el médico era seropositivo, dijo la directora de los servicios profesionales del hospital, Lucie Poitras, quien agregó que el profesional en cuestión (del que no fue proporcionada su identidad) no trabaja más en ese lugar por "razones de salud".
Las condiciones de salud de este cirujano fueron reveladas por otro colega que agregó que el médico enfermo sintió "la obligación moral" de "dar un paso al costado".
La dirección del hospital subrayó que las posibilidades de un contagio son "extremadamente raras", pero que se decidió igualmente contactar y someter a un test de HIV a los pacientes operados por él.