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Caníbales en la historia criminal

Tanto en Alemania como en el mundo existen registros de otros individuos que tras cometer asesinatos se comieron parte de sus víctimas.

30 de Enero de 2004 | 08:26 | EFE
BERLÍN.- La condena a ocho años y medio de cárcel por homicidio dictada hoy por la Audiencia Provincial de Kassel (centro de Alemania) contra Armin Meiwes por matar, descuartizar y comerse a un ingeniero que accedió a ello, se suma a otros casos de la historia criminal alemana y del mundo.

Uno de los precedentes en Alemania es el de un individuo de 33 años que en marzo de 1995 mató a su compañera sentimental, de 81 años, para robarle, y aseguró haberse comido sus tripas. Fue condenado a cadena perpetua.

En Alemania son famosos otros dos casos durante la I Guerra Mundial (1914-1918). Karl Denke mató a 26 hombres y cinco mujeres y se comió algunos de los cadáveres, pues se encontró carne humana adobada en su poder. Fritz Haarmann mató entre 1918 y 1924 a al menos 26 hombres jóvenes y se bebió la sangre de algunos de ellos. Fue decapitado en 1925.

Otros casos documentados en otros países son los siguientes:

En Kazajistán dos hombres fueron condenados a muerte en octubre de 2001 por asesinar a siete jóvenes prostitutas, cuya carne se comieron en gran parte o la ofrecieron a familiares y conocidos sin especificar que era carne humana.

En Finlandia llegó a los tribunales en marzo de 1999 el caso de dos hombres y una mujer, miembros de una secta satánica, que torturaron, mataron y se comieron partes del cadáver de otro miembro del grupo.

En Estados Unidos, Jeffrey L. Dahmer, el "caníbal de Milwaukee", mató a 17 personas. En su vivienda se encontraron pedazos de carne humana congelados, cocidos o podridos. Fue asesinado por un preso en la cárcel en 1994, donde cumplía cadena perpetua.

En Rusia, el filólogo Andrei Chikatilo, conocido como "el carnicero de Rostow", mató a 52 personas, la mayoría mujeres y niños, y se comió los órganos sexuales de algunos de ellos. Fue ejecutado en 1992.

El escritor japonés Issei Sagawa se convirtió en un fenómeno literario en Francia en 1981 tras despedazar y comerse a una estudiante después de violar el cadáver.
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