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Nave de reabastecimiento espacial llegó a la Estación Internacional

El Progress M1-11 llevó agua, oxígeno, alimentos y equipos científicos, indispensable para mantener en funcionamiento la plataforma espacial y garantizar la supervivencia de sus tripulantes.

31 de Enero de 2004 | 11:03 | EFE
MOSCÚ.- La nave se enganchó a las 13.13 GMT, cuatro minutos antes de lo previsto inicialmente, al puerto de atraque del módulo Zariá de la plataforma espacial, tripulada actualmente por el estadounidense Michael Foale y el ruso Alexandr Kaleri.

El Progress M1-11 llevó agua, oxígeno, alimentos y equipos científicos, indispensable para mantener en funcionamiento la plataforma espacial y garantizar la supervivencia de sus tripulantes.

Foale y Kaleri, que se encuentran en la ISS desde octubre pasado y cuya misión espacial se prolongará 194 días, supervisaron desde la plataforma la maniobra de aproximación y el acoplamiento del carguero espacial, que se realizó en régimen automático.

"Hoy mismo los tripulantes de la ISS comenzarán a descargar la nave de transporte", dijo el portavoz del CCVE, Valeri Lindin.

El Progress M1-11, lanzado el jueves pasado desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán), llevó a la ISS dos nuevas escafandras rusas "Orlan-M", que serán utilizadas por Foale y Kareli en sus caminatas espaciales.

Desde la suspensión de los vuelos de los transbordadores estadounidenses debido al desastre sufrido por el Columbia el 1 febrero de 2003, los Progress rusos son las únicas naves capaces de transportar cargas a la Estación Espacial Internacional.

Entre otros equipos científicos que transportó a la ISS la nave rusa se encuentran dos maniquíes electrónicos -uno diseñado por especialistas rusos y el otro, por europeos- para medir la influencia de la radiactividad en los vuelos de larga duración.

Este experimento, denominado Matrioshka-R ha sido preparado por Rusia conjuntamente con la Agencia Europea del Espacio (ESA) para diseñar los sistemas de protección de los tripulantes de futuros vuelos interplanetarios.

Según Viacheslav Shurshakov, experto del Instituto de Problemas Médico-Biológicos de la Academia de Ciencias de Rusia, los datos obtenidos del experimento Matrioshka-R permitirán "calcular las máximas dosis de radiación" que recibe un cosmonauta.

La radiación es uno de los grandes desafíos que supone un vuelo tripulado a Marte, pues la misión debe emprenderse cuando la actividad solar es más intensa, ya que entonces es menor la potencia de la irradiación galáctica que puede complicar el vuelo.

El impacto de las explosiones magnéticas en el Sol, que hace poco inutilizaron algunos satélites artificiales de la Tierra, confirma que la nave que emprenda el viaje de un año y medio hacia Marte debe disponer de un "refugio" para sus tripulantes.

Shurshakov precisó que hasta ahora los cosmonautas sólo eran capaces de medir las dosis de radiación espacial sobre la piel del cuerpo humano, sin poder obtener datos exactos sobre la profundidad de su penetración en el organismo.

Los materiales utilizados en la fabricación de los maniquíes reaccionan a la radiación de la misma manera que el tejido muscular humano, explicó el científico.
Los simuladores se denominan "matrioshka" porque, al igual que ese típico muñeco de madera ruso, tienen "varias capas" que imitan la reacción de la piel, los músculos, el corazón, el hígado, los riñones y otros órganos a la radiación.

Uno de los maniquíes, bautizado "señor Rendo" por científicos alemanes, reproduce el torso de un hombre y será instalado en el casco exterior de la ISS durante una caminata espacial que los tripulantes tienen previsto realizar en febrero.

Los sensores del "señor Rendo", diseñados por científicos de la ESA, Japón, Estados Unidos y Rusia, obtendrán datos sobre los efectos de la radiación en el espacio abierto.

El otro maniquí -obra de científicos rusos y con una figura menos "humana" y más esférica, y dotado de medio millar de sensores- será colocado en el camarote de Kaleri en la ISS, y realizará mediciones en el interior de la plataforma orbital.