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Toledo niega estar involucrado en corrupción de ex asesor

"No soy cómplice de la corrupción y ha llegado la hora del deslinde entre quienes están contra la corrupción y quienes la protegen", dijo el Mandatario en un mensaje radiotelevisado al país dado a última hora de anoche.

01 de Febrero de 2004 | 09:16 | AFP
LIMA.- El Presidente peruano Alejandro Toledo rechazó estar involucrado en actos de corrupción y dijo que las negociaciones de su ex jefe de inteligencia con un miembro de la red de corrupción de Vladimiro Montesinos es un "hecho aislado" que no compromete a su gobierno, en un mensaje transmitido al país.

"No soy cómplice de la corrupción y ha llegado la hora del deslinde entre quienes están contra la corrupción y quienes la protegen", dijo Toledo en el mensaje radiotelevisado al país al borde de la medianoche del sábado al domingo.

Toledo enfatizó que las reuniones de César Almeyda, su ex jefe de inteligencia y hasta hace poco su amigo personal, con el fallecido general Oscar Villanueva, considerado "el cajero" del ex jefe de los servicios secretos, Montesinos, "es un hecho aislado que no involucra al gobierno".

Al mismo tiempo, Toledo denunció que la red de corrupción de Montesinos, ex brazo derecho del destituido presidente Alberto Fujimori (1990-200), trata de desatar "un vendaval" para desestabilizar a su gobierno, por lo que llamó a las fuerzas políticas a adoptar una posición firme en defensa de la democracia.

En su mensaje, difundido con dos horas de retraso, el jefe de Estado expresó su decepción por el mal uso del poder de parte de Almeyda al realizar tratos al margen del gobierno. "Me duele que el doctor Almeyda haya tratado con la corrupción", remarcó.

"Estoy contra los actos de corrupción, los de ayer y los de hoy", subrayó, admitiendo que el país se ha visto conmovido por los tratos de un funcionario con el general Villanueva, relevados por la prensa, que difundió un audio sobre las negociaciones secretas de Almeyda con el militar, quien se suicidó en extrañas circunstancias en 2002.

Tras enfatizar que "no me caso con la corrupción", el gobernante aseveró que cualquier funcionario que incurra en delitos debe ser tratado "sin ninguna contemplación", porque "todo corrupto es mi enemigo y de mi gobierno".

El Mandatario anotó que la red de corrupción de Montesinos "ha pretendido usar este hecho para tender una cortina de humo y organizar un operativo criminal" orientado a desestabilizar a su gobierno.

"Ahora pretenden desatar un vendaval, buscar la impunidad y generar inestabilidad para que los corruptos puedan salir de la cárcel", dijo, haciendo notar que el objetivo es "mostrar que todos somos corruptos y que nadie debe ser juzgado".

Empero, puntualizó que "ningún hecho aislado impedirá que sigamos cumpliendo con desarmar la red de corrupcion".

El pronunciamiento de Toledo se produjo en medio de la peor crisis política en sus 30 meses de gobierno, que lo encuentra en su nivel más bajo de popularidad con una desaprobación récord de 90% a su gestión, lo que ha revivido demandas opositoras de acortar su mandato que debe concluir en julio 2006.

En el centro de la crisis se encuentra el ex jefe del Consejo Nacional de Inteligencia, Almmeyda, quien era estrecho colaborador de Toledo, detenido este sábado y puesto bajo arresto domiciliario.

Un casete de audio cuya trascripción fue divulgada por diversos medios de prensa reveló que Almeyda negoció en 2001 con el general Villanueva acuerdos judiciales para beneficiar al militar, ofreciendo sobornar a jueces anticorrupción.

Poco antes de entrar en arresto domiciliario, Almeyda dijo en su defensa que sus tratativas con el general suicida fueron para "orientarlo en su solicitud de acogerse a la colaboración eficaz".

Sin embargo, se sospecha que Almeyda utilizó con fines políticos información que obtuvo del militar y que se habría conversado sobre la posibilidad de sobornar a jueces anticorrupción.

Inicialmente, el ex jefe de inteligencia había dicho que el presidente Toledo estaba al tanto de sus negociaciones con el gfeneral Villanueva, pero luego giró en redondo y puso a salvo al Mandatario.

Su cambio de postura se produjo luego que se entrevfistò a mediados de semana con el gobernante, lo que alentó suspicacias sobre presuntas presiones palaciegas que habría recibido.

La tormenta desencadenada ha afectado la estabilidad del gobierno, según reconoció el ministro de Vivienda, Carlos Bruce, una influyente figura del gobierno al subrayar que "por los errores que hemos cometido somos un gobierno de baja popularidad". Ello ha revivido versiones sobre el recorte del mandato de Toledo.
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