CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa pidió hoy a los fieles que "no se resignen ante los ataques a la vida humana, el primero de los cuales es el aborto" y reclamó a los poderes públicos una política de apoyo a la familia.
Antes de dirigir el rezo dominical del Angelus en la Plaza de San Pedro, Juan Pablo II se refirió a la Jornada por la Vida que celebra hoy la Conferencia Episcopal Italiana y constató "la actual crisis de natalidad".
Se mostró convencido de que "el contexto cultural y social a menudo no favorece la familia y la misión de los padres", muchos de los cuales "quisieran más hijos, pero son obligados a renunciar por dificultades económicas".
El Pontífice aseguró que las ayudas de las instituciones públicas, "aunque apreciables, resultan muchas veces insuficientes", por lo cual "se advierte la necesidad de una política más orgánica en favor de la familia", que calificó de "célula fundamental de la sociedad, en cuyo interior hay que defender y promover la vida".
Por eso hizo un llamamiento a "multiplicar los esfuerzos para que el derecho a la vida de los niños aún no nacidos sea confirmado no contra las madres, sino junto a ellas".
Tras saludar a un grupo de mil jóvenes inmigrantes procedentes de Caserta (sur de Italia), el Papa agradeció la labor de quienes trabajan para resolver la situación de esas personas, "que padecen tantos sufrimientos y problemas".
