LIMA.- Representantes de la oposición política peruana consideraron hoy "decepcionante" el mensaje a la nación que brindó ayer el Presidente de Perú, Alejandro Toledo, con la intención de zanjar la crisis abierta tras la detención de uno de sus asesores por vínculos con la corrupción.
El congresista César Zumaeta, del Partido Aprista Peruano, la principal fuerza opositora, señaló que la alocución de Toledo le decepcionó porque considera que debió contener una "autocrítica".
El también legislador aprista Mauricio Mulder dijo que el presidente pronunció la alocución con la intención de "limpiarse de responsabilidad".
"La población esperaba una respuesta política que signifique un cambio de gobernabilidad", comentó para después decir que el partido oficial, Perú Posible "en vez de ir señalando a los demás, debería dejar de reunirse con la mafia y ordenar a sus funcionarios que se comporten decentemente".
El congresista Antero Flores Aráoz, de la alianza Unidad Nacional, dijo que esperaba "más" del mensaje presidencial, como el anuncio de "un cambio de rumbo del gobierno".
Flores Aráoz saludó sin embargo el deslindamiento que hizo Toledo de su asesor César Almeyda, aunque consideró que el mensaje fue en general "gaseoso y vago".
El también político opositor José Barba dijo que considera positivo que Toledo haya marcado distancias con Almeyda, pero criticó que no haya utilizado calificativos más duros contra el consejero vinculado con un personaje de la corrupción.
"El (Toledo) ha dicho además que éste es un hecho aislado que no involucra al gobierno, pero olvida que las acusaciones formuladas afectan a su régimen", acotó.
El Mandatario peruano se dirigió al país ayer para asegurar que la actuación de su consejero Almeyda "es un hecho aislado que no implica al Gobierno".
Almeyda, amigo personal de Toledo, desató una tormenta política en Perú tras confirmarse sus reuniones con el general Oscar Villanueva, quien se suicidó en 2002 acusado de ser el "cajero" de la red de corrupción que dirigía el ex asesor de inteligencia Vladimiro Montesinos.
El Mandatario anunció que Almeyda, quien está en arresto domiciliario por los presuntos delitos de encubrimiento y cohecho, ha sido apartado de todos los cargos públicos y retirado del partido oficial.
Toledo dijo, sin embargo, que la crisis abierta con el caso era una "cortina de humo" que buscaba favorecer a los procesados de la red de corrupción liderada por el detenido Montesinos.
Al respecto, el gobernante pidió a los partidos políticos la "adopción de una postura firme frente a estas maniobras" y llamó a los ciudadanos para que "vuelvan a movilizarse" para rechazar las presunta campaña desestabilizadora.
A la crisis desatada por la actuación de Almeyda se sumaron el pasado viernes la difusión de nuevas encuestas que sitúan la popularidad del gobernante peruano por debajo del 8 por ciento, así como la dimisión del vicepresidente, Raúl Díez Canseco, acusado de favorecer con exenciones tributarias al padre de su pareja sentimental.
