GINEBRA.- Los suizos deben pronunciarse este fin de semana sobre una iniciativa popular que reclama cadena perpetua sin posibilidad de remisión de penas ni permisos carcelarios para los delincuentes sexuales considerados especialmente violentos y peligrosos además de incurables.
Tanto el Gobierno como el Parlamento rechazan la propuesta porque puede llevar al encarcelamiento incondicional de condenados por crímenes sexuales aun cuando hayan dejado de ser peligrosos y porque el Gobierno ha procedido ya a una reforma penal que establece la cadena perpetua en esos casos y ofrece suficientes garantías.
Según los autores de la iniciativa, un grupo bautizado "Luz de esperanza: juntos contra la violencia", los autores de graves crímenes sexuales sin posibilidad de curación de acuerdo con dos dictámenes psiquiátricos independientes tendrían que cumplir íntegramente su condena.
Los proponentes señalan el peligro de que niños y mujeres puedan ser víctimas de esos delincuentes sexuales si se permite a éstos salir de la cárcel gracias a un permiso o sobre la base de un diagnóstico erróneo.
Únicamente se tendría en cuenta una posible puesta en libertad si existiese posibilidad de curación en función de los avances de la ciencia, algo que el Gobierno califica de complicado e innecesario.
Para determinar que un delincuente sexual ha dejado de ser peligroso por envejecimiento o enfermedad no son necesarios esos nuevos conocimientos de la ciencia, argumentan las autoridades.
Según la reforma del Gobierno, que comenzará a aplicarse en cuanto los cantones lleven a cabo las modificaciones legales oportunas, sólo se denegaría el permiso carcelario a los delincuentes de los que se sospechase que podrían reincidir o fugarse.
Esa reforma tiene además la ventaja, señalan las autoridades, de que no sólo excluye cualquier posibilidad de poner prematuramente en libertad al delincuente violento y peligroso sino que incluso los considerados no peligrosos serían liberados sólo de manera condicional, y sometidos además a vigilancia.
