KONYA.- El número de personas que murieron a causa del derrumbe, en la noche del lunes, de un edificio de diez pisos en la ciudad de Konya, en el centro de Turquía, aumentó a 26, informaron hoy las autoridades, que también anunciaron la detención de los constructores de las viviendas.
Los socorristas siguen trabajando bajo presión para encontrar sobrevivientes, pero las esperanzas van desapareciendo con el paso del tiempo. La última persona rescatada con vida fue retirada de los escombros ayer martes.
"Los trabajos de búsqueda y rescate continúan", dijo el gobernador provincial de Konya, Ahmet Kayhan. "Aún no hemos comenzado con la remoción de escombros".
Más de 30 personas han sido rescatadas con vida hasta el momento. El edificio de 40 pisos se había desplomado como un castillo de naipes, presumiblemente a causa de fallas en la construcción. Informes preliminares señalaron como probable origen del siniestro la explosión de un aparato de calefacción.
El edificio albergaba a 144 personas, pero se estima que al momento del derrumbe muchas de las familias hospedaban a parientes de visita por la festividad musulmana del Sacrificio. "Se estima que hay entre 50 y 60 personas enterradas", dijo Kayhan.
La estructura fue construida hace unos cinco años. El gobernador Kayhan indicó que los dos constructores fueron detenidos para ser interrogados.
Las construcciones defectuosas son moneda corriente en Turquía, donde las inspecciones y el respeto de las leyes de urbanismo son bastante relajados.
