BEIJING.- El Programa Mundial de Alimentos (PMA) denunció hoy que la interrupción del suministro de raciones de comida a 6,5 millones de norcoreanos ha sumido a este país en una grave "crisis alimentaria".
"La ONU sólo podrá alimentar a 100.000 personas -75.000 embarazadas y 8.000 huérfanos- en febrero y marzo. La situación es dramática, señaló Masood Hyder, representante del PMA en Pyongyang, durante una rueda de prensa celebrada en la capital china.
Esta agencia, que comenzó a suministrar ayuda humanitaria a Corea del Norte en 1995, no recibe cargamentos de cereales desde septiembre de 2003 y los próximos envíos no llegarán al terreno hasta finales de marzo o principios de abril.
Según el representante del PMA, "Corea del Norte se encuentra sumida en una crisis de suministro de consecuencias imprevisibles. Millones de mujeres embarazadas, niños y ancianos únicamente reciben la mitad de la ración diaria mínima necesaria para sobrevivir".
La falta de fondos -los donantes únicamente han prometido 140.000 toneladas de las 485.000 necesarias en 2004- impide que la ONU alimente a las capas más desfavorecidas de la sociedad norcoreana, concentradas en los alrededores de la capital, Pyongyang.
Estos 6,5 millones de personas, que tendrán que conformarse con 300 gramos de alimentos por persona y día en los próximos dos meses, representan el 28 por ciento de la población de este país (23 millones).
"Corea del Norte únicamente produce el 80 por ciento de los alimentos que necesita su población. La comunidad internacional debe aportar con urgencia el millón de toneladas restante", subrayó.
Además, añadió Hyder, los problemas en el suministro han coincidido con la llegada del crudo invierno y con el lanzamiento de "tímidas" reformas económicas liberales por parte de Pyongyang.
La vida del norcoreano medio registró una leve mejoría entre 1999 y 2002, pero el estallido de la crisis nuclear en octubre de 2002 y la consiguiente interrupción del suministro por parte de Estados Unidos, Corea del Sur y Japón han provocado un nuevo deterioro de la situación.
Por ejemplo, el precio de un kilogramo de arroz en un mercado público en Pyongyang ronda estos días los 145 won (2,3 dólares), tres veces más que en Rusia y China.
En opinión de Hyder, "la actual coyuntura política tiene una gran influencia en el suministro de alimentos. Las conversaciones multipartitas del 25 de febrero podrían desbrozar el camino para la reanudación de los programas de ayuda".
A juicio del representante del PMA, los seis países implicados en la crisis nuclear -China, Estados Unidos, ambas Coreas, Rusia y Japón- "deben separar, en todo momento, la política de las necesidades humanitarias de la población".
Corea del Norte, país que ha recibido más de ocho millones de toneladas en ayuda humanitaria en los últimos nueve años, depende para su supervivencia de la asistencia alimentaria y de energía procedente del exterior.
Estados Unidos, que aportó 100.000 toneladas de ayuda en 2003, se ha comprometido a entregar 38.000 toneladas de comida a finales de marzo, y las 34.000 toneladas de alimentos donadas por Rusia no llegarán hasta mayo.
Por el momento, China, que suministra anualmente 200.000 toneladas de alimentos y el 70 por ciento de sus necesidades de energía a su vecino del norte, declina participar en programas multilaterales de ayuda.
Esta "errática" distribución de la ayuda podría dar al traste con los progresos logrados por Corea del Norte en el combate de la malnutrición infantil, que ahora sólo afecta al 42 por ciento de los niños, en comparación con el 62 por ciento en 1998.
Por otra parte, la reducción de las donaciones internacionales podría obligar a la ONU tanto a cerrar varias factorías de bizcochos, pasta y alimentos proteínicos gestionadas por el PMA, como a reducir su personal en Corea del Norte.
El PMA incluso se plantea solicitar un préstamo al Gobierno de Pyongyang con el objetivo de alimentar a su población con el grano y el alimento almacenado en los cuarteles del Ejército, recurso que ya fue utilizado por la agencia en Sudán.
Aunque descartó a "corto plazo" la repetición de la hambruna que asoló Corea del Norte a mediados de los años 90, "una nueva interrupción del suministro en junio podría desencadenar una crisis humanitaria".
Según esta agencia de la ONU, el suministro de energía ha caído un 75 por ciento desde 1989, fenómeno que limita en gran medida la productividad del campo norcoreano, azotado por una sucesión de malas cosechas.
Ante las críticas de EE.UU. de que Pyongyang canaliza la asistencia humanitaria internacional hacia los almacenes del Ejército, Hyder respondió que "el Gobierno norcoreano ha demostrado sus ansias de cambio y su voluntad de cooperar con la ONU".
No obstante, reconoció, "el PMA aún no dispone de acceso al 20 por ciento del territorio (36 municipios de 206)".