Auto acondicionado como balsa.
MIAMI.- Ocho de los 11 cubanos que intentaron llegar a Estados Unidos la semana pasada en un auto Buick de 1959, acondicionado para intentar cruzar las aguas del estrecho de Florida, fueron repatriados el martes por el Servicio de Guardacostas, que confirmó que había hundido el vehículo.
La guardia costera dijo que había repatriado a los ocho balseros rescatados del mar en días recientes y que los había entregado a las autoridades de la isla en la mañana de hoy en el puerto de Cabañas, al oeste de Cuba.
Los otros tres cubanos que viajaron en el Buick, miembros de una misma familia, fueron mantenidos en alta mar a bordo de una embarcación del Servicio de Guardacostas de Estados Unidos, en espera de una decisión judicial sobre su estatus inmigratorio.
La guardia costera, que hasta ahora se había negado a hacer comentarios sobre el grupo, dijo que los 11 cubanos fueron divisados por una aeronave del Servicio de Inmigración y Aduanas el 3 de febrero, a unos 70 kilómetros al norte de la ciudad de Matanzas, en la costa norte de Cuba.
Un comunicado de los guardacostas señaló que fue necesario hundir el Buick convertido en bote -que navegaba impulsado por su propio motor de ocho cilindros- debido a que constituía "un peligro para la navegación".
Varios grupos de exiliados cubanos en Miami, habían solicitado la semana pasada que el vehículo fuera preservado como un símbolo de las vicisitudes a que se arriesgan los residentes de la isla caribeña para huir del país y realizar la azarosa travesía marítima de 140 kilómetros para cruzar el peligroso Estrecho de Florida.
Los cubanos interceptados antes de llegar a territorio estadounidense generalmente son enviados de vuelta a su país, a menos de que puedan presentar un caso muy sólido de que enfrentarían persecución si son devueltos a la isla.
Cuatro de los 11 cubanos que viajaron en el auto ya habían intentado realizar una travesía similar en julio del año pasado, en aquella ocasión a bordo de un camión Chevrolet de 1951, pero fueron también repatriados.
Entre los que se lanzaron a la peligrosa travesía por segunda vez está Luis Grass, su esposa, Isora, y su hijo de cuatro años, Angel Luis.
El juez federal de distrito Federico Moreno extendió el lunes una orden postergando la posible repatriación de la familia Grass hasta el miércoles a las 17.00 horas local, 19:00 horas de Chile.
