TOKIO.- Las japonesas gastan para el día de San Valentín, 50.000 millones de yenes (467 millones de dólares) en chocolates de todas las formas que deben regalar a jefes, colegas, amigos y enamorados.
La euforia anual del chocolate engalana durante varias semanas los comercios de lazos rojos, papeles de regalo, mensajes amorosos y productos elaborados con cacao que van desde las elegantes trufas dulces hasta las ostentosas esculturas al tamaño natural de algún ídolo televisivo.
En una celebración extranjera que ha tomado formas locales, las jóvenes empleadas niponas compran chocolatinas para todos sus superiores y colegas hombres, generando un gasto masivo que según estadísticas de años recientes representa alrededor del 20 por ciento de las ventas anuales de chocolate.
Este año, por caer en sábado, las diligentes niponas se anticiparon un día, y ayer, viernes, dieron los buenos días a sus compañeros de oficina con la ritual entrega del primoroso paquete de chocolate, generalmente de excelente calidad.
Desde la década de los años setenta, el consumo per cápita de chocolate de los japoneses va en ascenso y en 2002, alcanzaba 1,81 kilogramos por persona.
Un nivel alto si se tiene en cuenta que su uso como bebida es aún marginal en esta parte del mundo donde el café empieza a desbancar al té.
La celebración de un día dedicado exclusivamente al chocolate y el carácter exigente de los japoneses, hace que la oferta chocolatera sea cada vez más extensa y a las tabletas, trufas y bombones, se suma la tendencia a consumir el chocolate líquido como si fuera un ritual sólo para iniciados.
En el elegante barrio de Daikanyama, en Tokio, en un local llamado "Decadence du Chocolat" (la decadencia del chocolate, en francés), se puede degustar, entre otras, una espesa bebida que recuerda por su resonancia amarga a la que, según los especialistas, ingerían los aztecas.
La bebida, que se vende con el nombre de "Creole" a razón de ocho dólares la taza, se elabora con selecto cacao venezolano y hace una concesión al origen mexicano del chocolate agregando una pizca de vainilla.
La última edición de la revista local "EAT" (comer, en inglés), explica datos curiosos del chocolate como que la "sangre" usada por Alfred Hitchcock en la famosa escena del asesinato en la ducha de la película "Psycho" era en realidad jarabe de chocolate.
La publicación, recientemente premiada en Australia como la segunda mejor revista culinaria del mundo, presenta como la última tendencia gastronómica el combinar chocolate con licores e invita a sus lectores a visitar el catalán "Espai Sucre" en Barcelona un palacio para los amantes del chocolate y otros postres.
Al igual que otras fiestas cristianas occidentales, como la Navidad, la fiesta de San Valentín se inició en Japón como una tímida réplica que se fue adaptando a las normas sociales locales y a las estrategias comerciales.
Algunos comentaristas señalan que el consenso que domina muchas de las prácticas sociales de Japón hizo que la costumbre de regalar a esa "persona especial" cada 14 de febrero, se ampliara a todos los compañeros hombres para mejorar el ambiente laboral.
El sector chocolatero ideó productos de bajo costo que incluyen bolsitas de gotas de cacao sólido salpicadas con polvo de oro y descomunales corazones de chocolate que las revistas femeninas aconsejan entregar por la noche y solo en la intimidad.
Los empleados más populares amontonarán sobre su mesa en los días siguientes las cajas recibidas y a veces las conservarán como si fuesen medallas.
A nadie se le escapa que no todos los paquetes recibidos el 14 de febrero son iguales pues el día del santo cristiano brinda además una oportunidad para que la enamorada silenciosa y tímida lance una esperanzada y aromática flecha de Cupido en forma de chocolate.
Tanto las cumplidoras como las enamoradas, esperarán desde mañana la llegada del 14 de marzo, que es cuando les toca el turno de recibir los dulces regalos de los hombres, en esa ocasión con chocolate blanco.