LA HABANA.- La embajadora haitiana en Cuba, Marie Andrine Constant, rechazó hoy una intervención extranjera como solución a la violenta crisis que sacude a su país pero reiteró a la Organización de Estados Americanos (OEA) el pedido de fuerzas policiales que ayuden a controlar la situación.
"Es mejor seguir con la posición del presidente (Jean Bertrand Aristide), que quiere una intervención policial de la OEA" y una salida a la crisis a través del diálogo con la oposición, dijo Constant en conferencia de prensa en La Habana.
Francia dijo hoy que contempla el envío de tropas de paz a su ex colonia, la nación más empobrecida de América Latina, mientras el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, declaró que Washington no tiene "ningún entusiasmo" para enviar fuerzas a Haití por el momento.
Constant consideró positivo el envío de una fuerza policial de la OEA al país, que mantiene -dijo- 4.000 agentes de esa arma.
Constant afirmó que Aristide debe cumplir su mandato hasta el 7 de febrero de 2006, aseguró que la "mayoría del pueblo quiere a su presidente" y consideró que la oposición forma parte de una "elite".
La actual crisis "tiene sus raíces en la batalla que libra el pueblo haitiano por ocupar un espacio político en la vida nacional, hasta ahora en manos de diferentes grupos y de una elite política", afirmó.
Además, la embajadora valoró la decisión del gobierno de La Habana de no retirar del país a la dotación de 500 médicos que trabajan en la isla.
Reelecto en 2001 con el 92 por ciento de los votos, Aristide enfrenta crecientes denuncias de corrupción política y diarias protestas que, en las últimas semanas, causaron al menos 54 muertos.
Las violentas manifestaciones y tomas de ciudades en los últimos días reclaman la renuncia del presidente, del movimiento Lavalas, y la convocatoria a elecciones.
Haití, la primera república negra de la historia, tiene una población de 8,3 millones de personas cuya esperanza de vida supera apenas los 50 años.
