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Estadounidense vende terrenos en la Luna

Dennis Hope dice que el satélite de la Tierra le pertenece. Y es más, ha vendido más de 400 millones de acres cosechando toda una fortuna.

24 de Febrero de 2004 | 12:08 | DPA
WASHINGTON.- El Presidente estadounidense, George W. Bush, debería hacer alguna llamada telefónica antes de seguir adelante con sus planes de enviar una misión humana a la Luna. De lo contrario, podría tener problemas con su compatriota Dennis Hope, al que no le gusta nada que alguien ponga un pie en el satélite de la Tierra.

La Luna, argumenta Hope, le pertenece a él, y por eso, nadie tiene nada que hacer allí sin su autorización. Salvo, que le haya comprado alguno de los terrenos lunares que Hope vende desde hace años principalmente por Internet.

El negocio con esas pequeñas parcelas florece. Por acre (unos 4.000 metros cuadrados), el estadounidense que vive en Nevada cobra 19,99 dólares (unos 15,70 euros), y según sus propios datos vendió ya más de 400 millones de acres.

En total, revela Hope, hay hasta ahora 2,5 millones de propietarios de terrenos en la Luna. Entre ellos, hay muchos famosos como Tom Hanks, Tom Cruise, Nicole Kidman y Meg Ryan así como dos ex presidentes y unos 25 legisladores. Pero también hay 13.000 empresas que aspiran a abrir algún día sedes en la Luna.

El empresario de 55 años vendió una parte de los terrenos a otros siete países, entre ellos Gran Bretaña y Francia, que así pueden también vender parcelas.

Pero cuidado: Hope, que llamó a su emprendimiento "The Lunar Embassy" (La embajada lunar), no perdona a quien se le cruce en el camino. Así, por ejemplo, amenaza con demandar a empresarios alemanes que sin su autorización utilizaron su nombre para vender terrenos.

Negocio serio o engaño

Pero, ¿es un negocio serio el que lleva adelante o un enorme engaño? Hope afirma que todo es legal y que hasta ahora no tuvo ningún conflicto con la ley. Al contrario, afirma, cuenta con dos distinciones del Congreso estadounidense por su espíritu empresarial.

De hecho, Hope, que mientras tanto se convirtió en multimillonario, se dejó confirmar por escrito su propiedad de parte de las autoridades y se ríe de lo simple que fue aquel trámite.

La historia del mayor propietario de terrenos del universo comenzó hace casi 25 años, cuando se divorció. Arruinado, buscó una alternativa a su vida. Entonces, tuvo una iluminación. "Miré al cielo y vi la Luna. Entonces supe lo que debía hacer".

Hope se acercó hasta el registro de propiedades de San Francisco, para registrarse como propietario del satélite terrestre. La suerte estuvo a su favor y encontró un empleado con sentido del humor. "Dijo: Al diablo con ello. Pague los diez dólares de los papeles y váyase en paz".

De esta manera, se convirtió en propietario de la Luna, lo que hizo confirmar rápidamente por un abogado. Además, hizo registrar los derechos de autor de los certificados de propiedad que los compradores reciben de él.

Las afirmaciones de expertos en derecho que dicen que desde 1967 la Luna pertenece a Naciones Unidas de acuerdo a un tratado internacional no preocupan a Hope. Y en cuanto a Bush, le puede dejar un terreno para su planeada estación lunar sin cobrarle, siempre y cuando el Presidente lo reconozca como propietario de la Luna.

Cuando los astronautas estadounidenses lleguen, quizá ya encuentren habitantes allí. Según Hope, apoya con una parte de sus ingresos a una empresa privada que está trabajando en el desarrollo de un cohete para realizar vuelos comerciales a la Luna.

Próximamente, los propietarios de parcelas lunares votarán un gobierno galáctico. La Constitución ya existe hace tiempo. La Luna es una república democrática.

¿Y qué pasó con el chileno dueño de la Luna?

Entre quienes se han adjudicado la propiedad de la Luna está un chileno. En 1953, en la elección de director de un club social de Talca, el abogado Jenaro Gajardo Vera recibió un voto negativo por no tener fortuna significativa. Entonces Gajardo notó que había una posesión que nadie había reclamado: la Luna. Publicó su demanda en tres ediciones del Diario Oficial y como nadie replicó, asumió que el satélite natural le pertenecía y lo registró pagando lo que hoy serían $ 42.000 (42 pesos de la época).

La leyenda dice que el Presidente de EE.UU., Richard Nixon, pidió permiso a Gajardo para el alunizaje del Apolo 11 en 1969. Cuando Estados Unidos quiso mandar a sus astronautas a la Luna por primera vez el presidente Nixon le mandó una carta a Jenaro pidiéndole permiso. Decía: "Solicito en nombre del pueblo de los Estados Unidos autorización para el descenso de los astronautas Aldrin, Collins y Amstrong en el satélite lunar que le pertenece".

A Jenaro le encantó la manera tan educada de pedirlo, y le respondió inmediatamente: "En nombre de Jefferson, de Washington y del gran poeta Walt Whitman, autorizo el descenso de Aldrin, Collins y Amstrong en el satélite lunar que me pertenece, y lo que más me interesa no es sólo un feliz descenso de los astronautas, de esos valientes, sino también un feliz regreso a su patria. Gracias, señor Presidente". Jenaro vivía en las Rocas de Santo Domingo y murió el 29 de junio de 1998.

Más información: Lunar Embassy

Chileno y la Luna
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