WASHINGTON.- Con el lema "ahora o nunca", Estados Unidos ha reforzado la cacería para atrapar al líder terrorista Osama bin Laden. El comando especial 121 hasta ahora desplegado en Irak, un equipo de tropas especiales y agentes del servicio secreto se encuentran en la parte de la frontera afgano-paquistaní donde se sospecha la presencia de Bin Laden y sus colaboradores más cercanos.
Aviones espías como el U2 o los Predator, provistos con misiles, buscan en la montañosa región con radares y sofisticadas cámaras. En poco tiempo, según fuentes militares, los esfuerzos por dar con Bin Laden se realizarán durante las 24 horas del día y la noche.
El momento es oportuno. La nieve comienza a derretirse en las montañas del límite entre Afganistán y Pakistán, lo que facilita el acceso a sendas y pasajes de otra manera inalcanzables. El ex dictador iraquí Saddam Hussein ya está en manos de Estados Unidos, lo que debería facilitar la movilización de fuerzas que antes estaban dedicadas a encontrarlo.
Los funcionarios norteamericanps están convencidos de que el paso del tiempo aumenta las posibilidades de atrapar al millonario de origen saudí. Su argumento es que Bin Laden cometerá tarde o temprano un error si se siente seguro.
También subrayan que el presidente paquistaní, Pervez Musharraf, se muestra ahora más cooperativo que nunca. Musharraf ’’se siente mucho más comprometido con la búsqueda de miembros de Al Qaida y talibán en la frontera’’, citó el periódico ’’The New York Times’’ a fuentes del gobierno en Washington. ’’Dos atentados (contra Musharraf) en corto tiempo logran cambios importantes’’.
Hay otra razón para intensificar la búsqueda de Bin Laden que no es abiertamente mencionada en Estados Unidos. Las elecciones presidenciales se acercan, y el presidente George W. Bush agradecería como un regalo del cielo la captura del líder de Al Qaida en las próximas semanas. Algunos analistas sostienen incluso que esto garantizaría su reelección.
El contrincante demócrata de Bush, John Kerry, sabe incluso que la detención o la muerte de Bin Laden podrían dar por tierra con su campaña.
Pero como también él debe alegrarse públicamente si Bin Laden es atrapado, el senador ya ha dirigido sus críticas hacia otros puntos sensibles. Según afirma, Bin Laden ya ha estado al alcance de las tropas estadounidenses en las cavernas de Tora Bora, y ha conseguido escapar hasta ahora sólo gracias a los errores estratégicos de Bush.
Asesores del presidente han confirmado que Bush dio recientemente luz verde a un nuevo concepto para la cacería de Bin Laden, pero insisten en que no tiene nada que ver con las elecciones.
La nueva estrategia consiste imponer una vigilancia con aviones de alta tecnología durante todo el día, que junto con el constante acecho de las fuerzas paquistaníes y estadounidenses debería obligar a Bin Laden a abandonar su escondite.
’’En cuanto se mueva, arrojaremos nuestra red sobre él’’, afirmó un asesor de la Casa Blanca.
Pero por el momento, según admite el jefe del Comando Central John Abizaid, Estados Unidos sigue moviéndose en la oscuridad. ’’No sabemos dónde se esconde’’, asegura el general en medio de las especulaciones sobre una pronta captura.
El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, reaccionó con fastidio cuando la prensa le preguntó sobre la posible detención del líder terrorista: ’’Sucederá cuando suceda, y no creo que estemos más cerca o más lejos que antes’’.
La susceptibilidad de Rumsfeld fue interpretada por la prensa estadounidense como una señal de nerviosismo. El funcionario teme que el público estadounidense tenga expectativas demasiado altas que terminen costando votos a los republicanos en noviembre.
Precisamente, la Casa Blanca no mostró demasiado entusiasmo cuando un portavoz de su ejército en Afganistán afirmó hace poco: "Estamos seguros de que capturaremos a Osama bin Laden este año".