GINEBRA.- El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) declaró hoy que teme que el retorno espontáneo y sin control a Irak de decenas de miles de refugiados que vivían en los países vecinos provoque una crisis social en las provincias pobres a las que están regresando.
Un equipo internacional de las Naciones Unidas que visitó este fin de semana Irak recalcó en un informe sus "temores de que si el flujo de personas no es regulado, los penurias económicas y el malestar social se incrementen".
"Los refugiados están regresando a comunidades empobrecidas por décadas de conflicto y embargo", declaró aquí el portavoz Ron Redmond, al comentar las conclusiones del equipo de la ONU, el segundo en visitar el país desde la retirada del personal internacional de esa organización en agosto pasado tras un grave atentado terrorista.
Según el propio Ministerio de Comercio de Irak, más de 122.000 refugiados han regresado a nueve provincias del sur del país en los últimos meses, aunque el ACNUR dijo que no tiene capacidad para verificar información.
Sin embargo, Redmond recordó que "las autoridades de Irán han hablado de la repatriación espontánea de más de 70.000 iraquíes que se habían establecido entre su población local".
A estos deben sumarse los 9.000 refugiados que recibieron facilidades de transporte del ACNUR para regresar de Arabia Saudí y de campamentos que habían sido erigidos en el oeste de Irán.
Un hecho que ilustra la situación es que en el campamento saudí de Rafha, que tras la primera guerra del Golfo de 1991 albergaba a 33.000 refugiados, hoy sólo quedan 483 personas.
"Una gran mayoría de los que regresan nunca antes vivieron en Irak, lo que genera una gran tensión adicional respecto a la situación de la vivienda", recalcó el portavoz.
En muchas ocasiones, los refugiados que regresan no cuentan con un lugar para vivir o familiares que los alberguen, mientras que otros son recibidos por éstos a costa de un agravamiento de la situación de hacinamiento.
