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Bolivia: Cocaleros están en pie de guerra contra el Gobierno

El máximo líder de los cocaleros, el diputado Evo Morales, afirmó que el Chapare da plazo hasta el 22 de marzo para que se suspendan los planes de erradicación y se desmonte la militarización de esa zona del departamento de Cochabamba.

10 de Marzo de 2004 | 13:16 | DPA
LA PAZ.- Los productores de coca de las regiones bolivianas de los Yungas y el Chapare quedaron hoy virtualmente en "pie de guerra" contra el Gobierno del Presidente Carlos Mesa, al advertir que se movilizarán si no hay soluciones para reclamos en plazos determinados que no van más allá del 22 de este mes.

El diputado por el Movimiento Al Socialismo (MAS) Roberto Calle, advirtió que los cocaleros de los Yungas, en el departamento de La Paz, esperarán máximo cinco días para que el gobierno atienda las demandas, que, además de la suspensión de los planes de erradicación forzosa, incluyen la destitución de varios funcionarios y que se cancele la construcción de un cuartel militar en la zona.

Entretanto, el máximo líder del MAS y de los cocaleros, el diputado Evo Morales, afirmó que el Chapare da plazo hasta el 22 de marzo para que se suspendan los planes de erradicación y se desmonte la militarización de esa zona del departamento de Cochabamba.

Los Yungas y Chapare son las dos principales regiones de producción de hoja de coca en el país, aunque la situación de ambas en el mercado parece inversa: La primera está en crecimiento según los análisis de Estados Unidos, mientras que en la segunda hay una merma evidente en los cultivos.

Según la Asociación de Productores de Coca de La Paz, en la región yungueña hay máximo 10.000 hectáreas sembradas de cocaína, lo que se enmarca dentro de lo permitido para atender la demanda legal de ese producto. Empero, Estados Unidos afirma que al lado de 12.000 hectáreas dedicadas al sembrado legal han surgido otras 11.500 cuya producción está supuestamente destinada al narcotráfico.

Los campesinos de los Yungas objetan además que se construya el cuartel con supuestas intenciones represivas en la zona de La Rinconada y exigen la destitución de funcionarios resistidos por el gremio, entre ellos el viceministro de Desarrollo Alternativo, Marco Antonio Oviedo.

En el Chapare, donde según admite Estados Unidos las hectáreas sembradas de hoja de coca han bajado de 52.900 a 28.400 desde 1988, los productores exigen que se ponga ya fin a la erradicación y que se saque de la zona a los militares.

"Si el Chapare está fuera del circuito coca-cocaína, según lo señala inclusive Estados Unidos, entonces no hay porqué seguir aplicando la erradicación forzosa de coca en esa zona de Cochabamba", señaló Morales, quien tras surgir como líder de los cocaleros se ha convertido en uno de los dirigentes fundamentales de la política nacional.

De acuerdo a Morales, las cifras actuales de sembríos de coca en el Chapare se acercan a las "pequeñas extensiones" que serán toleradas según los acuerdos previos para atender el tradicional consumo de la hoja por parte de los algunos sectores de los Andes, una práctica de profundo arraigo cultural.

Los cocaleros han demostrado antes tener una gran capacidad de movilización y beligerancia, por lo que sus anuncios de protestas causan expectativas especiales cuando el gobierno de Mesa no parece pasar por buen momento por las presiones de diverso origen.