BRASILIA.- Unos 7.000 miembros de la policía federal de Brasil entraron hoy en el séptimo día de una huelga indefinida, demorando investigaciones de corrupción y amenazando bloqueos en el aeropuerto de la capital, a menos que les aumenten los salarios.
La huelga de la policía está causando atrasos de hasta cuatro horas a los pasajeros internacionales en los aeropuertos del país, donde la policía es responsable de los servicios de inmigración.
Podría ser una prueba para la voluntad del gobierno de centro izquierda de controlar los salarios del sector público, con empleados del tesoro nacional, oficina de impuestos y de la oficina legal de gobierno, intimidando con realizar huelgas.
Los agentes federales amenazan con detener su trabajo el miércoles en el aeropuerto de la capital Brasilia, utilizado por políticos nacionales, a menos que les otorguen un incremento del 54 por ciento en los salarios, que deberían haber recibido hace 10 años de acuerdo a una modificación de la ley.
"No estamos pidiendo un aumento de sueldo, pedimos que se cumpla lo que establece la ley", dijo el presidente del sindicato de la policía federal, Fernando Honorato.
El ministro de Justicia, Thomaz Bastos, dijo que el gobierno no puede afrontar el incremento, mientras lucha por alcanzar metas fiscales estrictas y la economía intenta salir de la caída que sufrió en el 2003.
Los agentes de la policía federal se quejan desde hace tiempo de los pobres salarios, especialmente ante las situaciones de combate que suelen enfrentar con bandas de drogas fuertemente armadas.
La huelga, que comenzó el pasado martes, congeló la investigación de un escándalo de soborno que involucra a un ex asistente de alto rango de la administración del presidente, Luiz Inacio Lula da Silva. El caso inició la peor crisis política del gobierno que lleva 14 meses en el poder.
Unos 1.000 agentes de la policía federal, muchos utilizando narices rojas, se reunieron afuera del Ministerio de Justicia para montar un simulado entierro de Thomaz Bastos.
El apoyo a la huelga alcanza el 80 por ciento de los 8.500 agentes de la policía federal, dijo Honorato. El trabajo policial corriente, que realizan 90.000 civiles y funcionarios militares, no ha sido interrumpido.
La huelga disminuyó el registro de huellas digitales y las fotografías que les sacan a todos los ciudadanos norteamericanos que llegan a Brasil, un procedimiento que viene realizando desde febrero la policía federal.
